El 30 de noviembre se proyectará la producción que resulte de la actividad|Cinesta chileno Miguel Littín dicta taller en el Celarg

Litín: "Voy a enseñar lo que sé y aprenderemos juntos

Desde hoy comienza el taller Cómo hacer tu película, dictado por el realizador chileno, Miguel Littín, quien estará hasta el 30 de noviembre en el Centro de Estudios Latinoamericanos (Celarg), compartiendo sus conocimientos y experiencias con 50 participantes provenientes de todos los estados del país. La actividad forma parte del programa Cine en curso, organizado por la Plataforma Nacional del Cine y medios Audiovisuales.

Littín cuenta con más de 50 años de experiencia en el séptimo arte. Estuvo al frente de Chile Film durante el gobierno de Salvador Allende, cuando le tocó dirigir el documental, Compañero Presidente (1971). También fue nominado a los premios Oscar en 1976, por sus cinta Actas de Marusia y en 1983 con Alcino y el cóndor. Hasta la premiación este año a Miguel Rasquin, por Hermano, el chileno había sido el único latinoamericano en ganar el San Jorge de Oro, entregado en el certamen de Moscú a la mejor película (1983).

Durante el primer encuentro con los talleristas y los medios de comunicación, a propósito del evento formativo, el artista manifestó sentirse expectante y al mismo tiempo agradecido “por la posibilidad de hacer un taller con representantes de los distintos estados de Venezuela”. Continuó diciendo: “Yo amo mucho a este país y el momento histórico que está viviendo lo aprecio muy profundamente, me toca mucho, es lo más similar a lo que yo viví en los tiempos de la Unidad Popular del presidente Allende, más allá de que se esté en acuerdo o en desacuerdo, no es mi tarea esa, lo mío es el sentimiento, y eso lo siento cada vez que llego a Venezuela”.

La iniciativa del taller surgió en octubre pasado, durante la visita del cineasta a nuestro país a propósito del tercer Festival de Cine Latinoamericano y Caribeño de Margarita. “Hacer un taller con personas de todos los estados es un hecho inédito y muy importante, porque quiere decir que estamos sembrando futuro”.“Ahora la gran tarea, a mi juicio, es dejar ese legado de 50 años de historia, de haber hecho películas con un proyecto común de continente y unidad, dejando sembrado en el corazón y en la conciencia de otros cineastas”, señaló.

Para Littín el motivo que lo trae en esta ocasión a la patria de Bolívar es una manera efectiva de democratizar las posibilidades de hacer cine, que a su vez se ven beneficiadas gracias a las nuevas tecnologías. Hacer cine “no es ya un secreto de pocos alquimistas, sino que llega a cada estado. Y la responsabilidad de cada uno de los participantes es llevar a cada lugar donde viven lo que aprendió, reproducirlo, recrearlo y multiplicarlo”, destacó antes de agregar que de esta manera se da un gran paso que trasciende al discurso, argumentado que “el cine popular lo hace directamente el pueblo”.

LA INTEGRACIÓN ES LA CLAVE

Una de las participantes en el taller es Elizabeth Pirella, perteneciente a la etnia wayúu y ganadora en Margarita en la categoría de mejor corto o mediometraje de ficción, gracias a su obra Majayut (señorita). En la ceremonia de premiación en la isla, la joven zuliana se dirigió al público asistente en su lengua originaria. Este hecho marcó a Littín al punto de utilizarlo como ejemplo en sus exposiciones durante los distintos eventos a donde lo invitan a conversar sobre cine latinoamericano.

“El cine de América Latina ya no sólo habla español, habla las antiguas lenguas enterradas que aparecen nuevamente como faros encendidos, como lámparas nuevas a iluminar visiones de un mundo que quiso ser aplastado, pero que en cada movimiento liberador resurge y nos enriquece y agrega una información a nuestra identidad, que cinematográficamente no habíamos reconocido”, apuntó.

Gracias a la diversidad cultural que caracteriza a la región la posibilidad de hacer un cine diferente crece constantemente, según considera el especialista. “Mi papel es muy modesto -comentó refiriéndose al taller-, tengo una llave y sé cómo abrir la puerta, la vamos a abrir y vamos a pasar todos. Voy a ser sencillo y claro, enseñaré lo que yo sé y vamos a aprender todos juntos. Ahora estoy completamente seguro de que el éxito de ese taller va a ser trascendental”.

Muy a pesar de los avances que se han alcanzado en producción, la cinematografía de los países latinoamericanos no se ve en nuestros propios pueblos. “Lo que ocurre es que tenemos un problema en la distribución y la exhibición. Lo que se hace en Panamá no se conoce en Santiago de Chile, lo que se hace allá no se conoce en Caracas”, ejemplificó Littín.

“Somos un continente que está absurdamente fragmentado”. “Nosotros contamos con millones de espectadores que hablan el mismo idioma, sin embargo nuestro cine está cautivo, hay que liberarlo”, reflexionó el realizador, para quién la integración es la clave en la resolución de este problema.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Héctor Rattia
Caracas