Al menos 10 personas murieron este jueves tras el estallido de un coche bomba en la plaza al-Siyouf de la localidad de Jaramana, en la periferia de esta capital.
Unos 65 heridos fueron ingresados en los hospitales al-Muasat y al-Muytahed, de la propia zona, aunque muchos se encuentran en estado crítico, por lo cual no se descarta un incremento en el número de fallecidos, explicaron fuentes médicas.
La explosión ocasionó un incendio en uno de los edificios cercanos, que fue controlado por los bomberos, y dejó severos daños en tiendas, comercios y viviendas del entorno.
El Estado Islámico de Irak y el Levante, rama de la red terrorista Al Qaeda, reivindicó el atetando terrorista.
En Jaramana conviven ciudadanos de distintas confesiones, sobre todo drusos y cristianos leales al gobierno del presidente Bashar al-Assad.
La región es blanco frecuente de ataques con proyectiles de mortero lanzados por las bandas mercenarias que pretenden el derrocamiento del Ejecutivo.
El 28 de noviembre de 2012 suicidas detonaron dos potentes coches bomba casi al unísono y mataron a 34 personas, muchos de ellos niños, y dejaron lesionadas a 83 en una céntrica zona de dicha localidad.