El proyecto causaría nocivos efectos sobre el patrimonio natural|Ecologistas respaldan decisión de empresa chilena sobre HidroAysén

Organizaciones ecologistas chilenas celebraron la suspensión indefinida del estudio de impacto ambiental de la línea de transmisión del proyecto hidroeléctrico HidroAysén, por parte de la empresa Colbún anunciada este jueves.

La decisión de la empresa chilena, propietaria del 49 por ciento de las acciones de HidroAysén, conduciría a la paralización del proyecto, rechazado por los habitantes de la Patagonia (sur) por considerar nocivos sus efectos sobre el patrimonio natural.

Al respecto de la determinación de Colbún, Patagonia Sin Represas y Greenpeace manifestaron que la decisión demuestra la inviabilidad del proyecto hidroeléctrico en la austral región de Aysén. Aseguran que la empresa fue utilizada por la transnacional española Endesa, propietaria del 51 por ciento restante, para usarla contra la ciudadanía.

Los ambientalistas destacan el hecho de que sea un socio del proyecto HidroAysén quien reconozca que la iniciativa no debe ejecutarse.

El director de la organización Greenpeace en Chile, Matía Asún, señaló que hay falta de claridad al respecto de la política energética que el país necesita a nivel de generación, distribución y consumo. “Chile necesita acuerdos sociales que incluyan a la sociedad civil”.

Colbún suspendió el estudio de impacto ambiental de la línea de transmisión del cuestionado proyecto HidroAysén.

La empresa señala que «mientras no exista una política nacional que cuente con amplio consenso y otorgue los lineamientos de la matriz energética que el país requiere, Colbún estima que no están dadas las condiciones para desarrollar proyectos energéticos de esta magnitud y complejidad».

HidroAysén es un polémico proyecto que contempla la construcción y operación de cinco centrales hidroeléctricas, dos en el río Baker y tres en el río Pascua, ubicadas en la región de Aysén, en el sur de Chile.

Encuestas realizadas por la Fundación Aysén Futuro en 2011 revelaron que más del 70 por ciento de la población chilena se opone a la construcción de las represas. Estudios afirman que estas represas en la Patagonia serían perjudiciales para el mercado energético porque quitaría los incentivos de energías limpias y duraderas.

Además, los impactos que generaría la construcción de mega centrales en un ambiente poco intervenido como es la Patagonia representa un desastre no sólo ambiental sino también social, según expertos.

Fuente/teleSUR-PrensaLatina-LaInformación
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