En los mercados populares|Comerciantes apoyaron medidas de control implementadas por el Gobierno

Minoristas sugieren que los controles sean constantes

Comerciantes de los mercado municipales de Quinta Crespo y Catia se manifestaron a favor las medidas de inspección implementadas por el Gobierno Nacional mediante el Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), con el fin de supervisar y regular los precios de los productos alimenticios y su distribución a la población.

El Correo del Orinoco conversó con algunos comerciantes para conocer su opinión sobre el tema y la respuesta obtenida fue de aprobación a las acciones, las cuales consideraron que deben consolidarse y perpetuarse en el tiempo para que favorezcan a la población de menos recursos.

Para Licelys Hernández, vendedora de verduras en el mercado de Quinta Crespo, los operativos de fiscalización realizados el jueves de la semana pasada por la Sundde, fueron “buenísimos”. En su opinión, los procedimientos surtieron efecto en la lucha contra los monopolios establecidos en la institución municipal.

Aseguró que como consecuencia de las medidas tomadas por el Gobierno en el renglón de los mayoristas, ellos, los detallistas pueden ofrecer alimentos de calidad al público “a precios más accesibles”.

TRABAJO CONTANTE

“Yo estoy de acuerdo con eso”, manifestó César Cumaná, distribuye Papas en el mercado municipal ubicado en el mercado de Catia. Para él, el margen de ganancia máxima de 30%, establecida por el Estado debe ser respetado por todos. “Me gustan esos operativos pero tienen que ser constantes: dos o tres veces al mes”, propuso.

Cumaná se sumó a las voces que solicitaron la intervencionismo de los mayoristas establecidos en el mercado mayor de Coche. “Si el Gobierno regulara eso las papas no costaran 900 ni 800 bolívares sino que tendrían un precio menor, y el principal favorecido sería el pueblo”, declaró.

Los clientes colmaron los mercados municipales

DIRECTO DEL PRODUCTOR

Para Hernández, el apoyo del Gobierno a los minoristas es fundamental. A su entender, el Estado tiene la capacidad de intervenir para paliar el alza de los precios de los alimentos, el cual, por lo general ocurre durante el proceso de distribución. Al respecto, plateó la creación de un puente directo que entre el productor y el minorista para solventar esta problemática. No obstante, comentó que esta propuestas ya se ha hecho y “aún continúan” las irregularidades en este sentido.

REGULAR A LOS MAYORISTAS

Un vendedor de una carnicería en el mercado de Catia, que solicitó no ser identificado, mostró al Correo del Orinoco la lista de precios del establecimiento: lomito, solomo de cuerito y pulpa negra a 3.200 bolívares; lagarto sin hueso y solomo abierto 3.000; lagarto con hueso y Costilla a 3.400 bolívares.

Sin embargo aclaró que esos no eran los predios del día sino la lista que rige a los productos suministrados por los entes del Estado. Aseveró que la mayoría de los comerciantes de carnes están dispuestos a mantener los precios regulados pero solo con los productos que pueden adquirir a bajo costo. “la carne que estamos ofreciendo es la que nos proporcionan los mayoristas, a precios superiores a los que puso el Gobierno. Si pueden regular a los mayoristas, nosotros no tendremos problema en vender barato”, explicó.

LOS BACHAQUEROS SE RESISTEN

A pesar de las medidas económicas y legales implementadas por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro para contrarrestar el bachaquerismo, especialmente en los espacios aledaños a los mercados populares, representantes de este sector ilegal de la economía informal, se mantienen en su empeños de violar la Ley en prejuicio de sus congéneres, los más necesitados de la sociedad.

Durante el recorrido por Quinta Crespo se observó cómo la principal vía de acceso al establecimiento estaba tomada por decenas de vendedores ilegales, quienes clandestinamente ofrecían productos de la cesta básica, a las y los usuarios del mercado.

“Hay harina, azúcar, leche, aceite, mantequilla, Ace y crema de diente”, se le escuchaba susurrar a estos colaboradores del desabastecimiento, el acaparamiento y la inflación. Hombres y mujeres de distintas edades ofrecían su mercancía ante la mirada indiferente de una comisión de la Policía Nacional Bolivariana apostada frente a la fachada del almacén.

“Honestamente, no se puede justificar que los bachaqueros tengan el sector tomado. Ellos no saben el mal que le hacen al país, incluso a ellos mismo con esa práctica. Sus precios son inaccesibles. Algunos se atreven y se arriesgan a comprarles los productos”, señala Marilín Cadenas”.

Eran pocas las persona que atendían al llamado de este ejercito de la especulación, sin embargo, ellos no se inmutaban, continuaban con el cuchicheo publicitario de su mercancía: “Harina 2.200 bolívares, Azúcar 3.200; espagueti, 4.200; leche, 4.500; aceite, 3.500; mantequilla, 2.000, Ace de un kilo, 2.000, pasta de diente (grande) 1.500 bolívares.

“El Gobierno tiene que ponerse más las pilas y estar ojo avisor. Lo que ha hecho ha servido pero poco. Gracias a Dios que ha tomado algunas medidas pero las decisiones que tome de ahora en adelante tienen que ser más fuertes”, opinó Cadenas”.

MÁS OPINIONES

Licelys Hernández aseguró que “gracias a los operativos realizados por instituciones del Estado contra el bachaquerismo, esta práctica ha mermado. Explicó que “muchos de los mayoristas” que le distribuyen “ya agarraron cierto temor” por miedo a las consecuencias judiciales.

María Isabel, una señora a quien su acento delataba su nacionalidad lusitana, sugirió más y mejores sistemas de inteligencia que permitan la identificación de los proveedores de las y los bachaqueros.

“Hay que sancionar a estos ciudadanos. Eso es un crimen. Es una guerra de pueblo contra pueblo, y es por eso que hay que hacerle tomar conciencia de que a quienes afectan es a los pobres ”, agregó Cadenas.

“Esto está cada vez más caro”, expresó un hombre quien no se quiso detenerse a conversar y a quien al alejarse, ante la pregunta del Correo del Orinoco, se le escuchó revelar su nombre: “Jorge… Jorge… Jorge Martinelli”.

T/ Romer Viera
F/ Jonathan Manzano

EL CONTROL DEBE SER MAS RADICAL Y JUDICIALMENTE INFLEXIBLE. VIVO EN VALERA , Y CUANDO HAY INSPECCIONES YA TODOS LOS COMERCIANTES ESTÁN SOBRE AVISO, ALERTADOS POR FUNCIONARIOS CORRUPTOS. LOS POCOS DEL SUNDDE DE VALERA TIENEN MIEDO DE LOS MAFIOSOS Y LA GUARDIA NACIONAL ES AVASALLADA POR EL GRAN NUMERO DE BACHAQUEROS. TIENEN QUE INVOLUCRAR A LA MILICIA PARA OPERATIVOS A DIARIO (PERO QUE ESTEN ARMADOS CON LOS FAL QUE ESTÁN EN DEPOSITO) PARA INFUNDIR MAS RESPETO, Y QUE SE VEA LA ACCIÓN JUDICIAL PORQUE HAY MESAS EN LA CALLE CON LOS PRECIOS LEONINOS Y NO SE VE LA ACCIÓN CONTUNDENTE DE COMISO Y DETENCIÓN EN FLAGRANCIA.

  • TODA PERSONA QUE QUIERA EJERCER EL PAPEL DE COMERCIANTE DEBE PAGAR TRIBUTO AL ESTADO POR LO TANTO YO NO VEO LA NECESIDAD DE TANTA ALHARACA PORQUE SI EL SENIAT OBLIGA A TODOS LOS COMERCIANTES FORMALES E INFORMALES QUE VENDAN COMESTIBLES A UTILIZAR REGISTRADORAS FISCALES SE SOLUCIONA EL PROBLEMA PORQUE AQUEL QUE INFLE LOS PRECIOS PUES SE LE COBRA EL DOBLE DEL SOBREPRECIO APLICADO A LA VENTA…O SI NO VA PRESO