Las primeras horas de la una huelga general en contra de la reforma a la Ley de Jubilación en Francia, ha dejado como saldo este martes una escuela incendiada en Le Mans, fuertes enfrentamientos entre la Policía y manifestantes y falta de combustibles.
Las manifestaciones se han extendido por todo el territorio galo, una decena de las 83 universidades del país estaban bloqueadas y los establecimientos de secundaria y universidades ya se han visto afectados. En la madrugada, unos 200 jóvenes encapuchado lanzaron proyectiles y bombas de humo contra los policías e incendiaron un vehículo frente a un colegio de Nanterre.
La situación se une a la escasez de combustible que se ha intensificado en las últimas horas pese a la «célula interministerial de crisis» preparada por el Gobierno de Sarkozy para garantizar el abastecimiento en el país.
Una de cada seis estaciones de servicio en Francia presenta problemas de abastecimiento. Esto se traduce en que más de 2.500 gasolineras, de un total de 12.500, se encontraban sin combustible la mañana de este martes, tras ochos días de huelga en las 12 principales refinerías de esta nación, según fuentes del sector petrolero.
El presidente Sarkozy, al término de una cumbre con Alemania y Rusia, anunció que tomaría medidas para eliminar el bloqueo que existe en las refinerías, ya que «hay gente que quiere trabajar y no debe ser privada de combustible». Así mismo, admitió su temor a un desbordamiento de violencia, por lo que hizo un llamado a la responsabilidad del conjunto de los actores del conflicto, «para que las cosas no superen determinados límites».
El primer ministro francés, Francois Fillon, manifestó que el gobierno pondrá en marcha un plan de traslado de combustible, para abastecer a las estaciones que sufren de escasez en los 96 departamentos de Francia.
SERVICIOS DE TRANSPORTES BLOQUEADOS
El tráfico aéreo se ha visto afectado, el 50% de los vuelos en el aeropuerto parisino de Orly han sido reprogramados, mientras que el 30% de los vuelos en el principal aeropuerto, el Charles de Gaulle, se han visto paralizados, al igual que en el interior del país.
El tráfico ferroviario también se ha visto fuertemente afectado. Sólo seis trenes de gran velocidad de cada 10 están prestando servicio. En París, la red de metro trabajaba casi con normalidad pero se registraban alteraciones en dos líneas de trenes suburbanos.
De igual forma los camioneros efectuaban «operaciones tortuga» en algunos puntos del país, donde grupos de manifestantes bloqueaban el ingreso a fábricas, plantas industriales, depósitos de combustible o aeropuertos.
La huelga es seguida también en correos, empresas de telecomunicaciones, educación, sector audiovisual público y otros privados como los recolectores de residuos de algunas ciudades.