La Comisión Europea, institución encargada de tomar decisiones y ejecutarlas en el marco del Tratado de la Unión Europea, calcula que tendrá que retrasar la edad para la jubilación de los ciudadanos nacidos en este continente, hasta los 70 años de edad de forma progresiva hasta el año 2060, para no reducir las pensiones en el conjunto de los países que forman la UE.
La proyección del organismo, publicada este miércoles, incluye en su propuesta de debate sobre la reforma del sistema social de pensiones, las previsiones de más envejecimiento para la población europea, pues advierte que si se quiere mantener el número de personas trabajando con respecto a las que cobran una pensión, el retiro se tendría que retrasar hasta los 67 años en 2040 y hasta los 70 en el 2060.
En tal sentido, sugiere que para el 2060, aunque el descenso de este indicador sería mínimo, si se queda en los 67 años, tendría que situarse en los 70 para asegurar que no exista un número mayor de personas cobrando una pensión que los que tienen empleo. En caso contrario, tendrían que reducir el monto de las prestaciones o el número de personas que las reciben.
Así mismo, señala que en la actualidad, por cada cuatro personas que están trabajando existe un jubilado, pero esta proporción podría bajar progresivamente a dos trabajadores durante las próximas décadas, si no se toman medidas como la de aumentar las vidas laborales que permitan generar un doble dividendo: «mayor calidad de vida y pensiones más sostenibles».
En los últimos meses, un grupo de países europeos han decidido aumentar la edad para la jubilación por problemas financieros, a raíz de la crisis global y otros están en plena discusión para seguirlos en esa decisión.