A partir de este martes 2 de enero será más difícil para los ciudadanos rusos el comprar cerveza, debido a la entrada en vigor de nuevas reglas en el país.
Hasta ahora la cerveza era clasificada como comida porque contiene menos de 10% de alcohol, pero ahora será etiquetada como una, lo que significa que no podrá ser vendida en puestos en la calle o en pequeñas tiendas.
La medida es parte de los esfuerzos por reducir el consumo de alcohol que se estima causa la muerte de medio millón de rusos casa año.
Pero la industria cervecera asegura que las restricciones alentarán el mayor consumo de vodka, bebida que contiene más alcohol.