Representantes del Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (Conapdis) viajarán hasta el Gran Roque, capital del Territorio Insular Miranda, para certificar a las personas con discapacidad que allí habitan. La información fue dada a conocer por Edgar Araujo, presidente de la referida institución gubernamental, durante un recorrido realizado por la isla en el contexto de una jornada de asistencia integral desarrollada por el Instituto de Prevención Social de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ipsfa).
El joven con discapacidad motora llegó a la isla gracias al apoyo de las funcionarias y funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que organizaron la actividad. Salió desde la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda en La Carlota, en compañía de tres integrantes de Conapdis a bordo de una aeronave militar.
Al llegar a la isla, fue recibido por la vocera principal del Consejo Comunal Los Roques, Magaly Rodríguez, con quien conversó durante un par de horas. La luchadora social le comentó sobre las necesidades que en esa materia tienen algunos habitantes de la isla y la urgencia de contar con atención médica especializada, planes de terapia he instrumentos médicos que les mejoren su calidad de vida.
Explicó la vocera que en la isla viven varias adultas y adultos mayores con discapacidad motora, un joven que perdió una de sus extremidades inferiores a consecuencia de un accidente en alta mar y varias personas con discapacidad visual. Agradeció la presencia del presidente de Conapdis y aseguró que nunca antes habían recibido este tipo de asistencia.
Araujo, por su parte, realizó un recorrido por la zona. Conversó personalmente con las personas con discapacidad, ingresó a sus casas y se tomo tiempo para atenderlos con calma. El servidor público se comprometió a regresar en una próxima jornada y adelantar el proceso de certificación con el cual podrán gozar de beneficios de atención médica y ayuda económica por parte del Gobierno Nacional.
Destacó la importancia de la articulación de voluntades y el trabajo en conjunto. Dijo que nunca pensó que llegaría hasta El Gran Roque para poder atender a las mujeres y hombres que, como él necesitan apoyo médico y psicológico.
“Lo más importante acá es la cercanía de los militares con el pueblo. La forma como, a pesar de tener un uniforme, se mezclan con la gente entendiendo que ellos son parte del pueblo atienden sus necesidades. El Ipsfa dejó de ser un organismo de atención interno, para convertirse en una institución al servicio del país”, dijo.
A juicio de Araujo, en el Gran Roque quedó demostrado como la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y el pueblo se convierten en uno solo para una Venezuela invencible. Manifestó su agradecimiento para con las organizadoras y los organizadores de la jornada, porque las personas con discapacidad suelen ser excluidas.
“Recorrí la isla y pude constatar que es el paraíso terrenal del que todos hablaban, pero a su vez verifique las carencias que presenta en atención a las personas con algún tipo de discapacidad”, sentenció.
Araujo comentó que con la información obtenida se adelantará la organización de la jornada de certificación. Aclaró que la primera acción consiste en dictar charlas y apoyo psicológico, para luego sumar asesorías y programas de talleres.
Posteriormente se le incorporará a planes de estudios y/o productividad. A quienes requieran ayuda técnica, también se le aportará e impulsará para la organización de colectivos dentro de la comunidad.
VIRGEN DEL VALLE VELA POR ROQUEÑAS Y ROQUEÑOS
En las cercanías de la plaza Bolívar del Gran Roque permanece una imponente imagen de la Virgen del Valle que, desde hace mes y medio, vela por la seguridad y bienestar de las roqueñas y roqueños. Se trata de una escultura elaborada en cobre macizo, con un peso de 450 kilogramos más 200 de peso de la base que llegó hasta el lugar en barco.
“Esa virgen forma parte de una promesa que realizaron las autoridades que dirigen las riendas del archipiélago. La trajeron en un buque, hasta el que ingresó un vehículo y con una grúa fue colocada en su parte posterior para luego descenderla en la isla”, comentó uno de los habitantes de la zona.
Dicen que la intención de las autoridades es colocarla en el fondo del mar en el sector conocido como la piscina del cayo Francisqui, pero mientras se realiza el traslado permanece en la vía para el deleite de todas y todos.
“Acá los turistas se detienen a verla y le prenden velones y colocan flores. Es sumamente imponente, llama la atención desde lejos por su tamaño. Dicen que cuando la trajeron para este lugar fue fácil de cargar pero en la medida en que llegaba al punto donde está se volvió más pesada. Ella quería estar acá y se dejará cargar para llevarla al mar cuando lo desee. Así es la fe y sus misterios”, sentenció Maribel Calderón.
“QUIERO VIVIR EN UNA DICTADURA ASÍ”
Maximiliano Canino tienen 40 años. Vive en Buenos Aires, Argentina y decidió visitar Venezuela para conocer de manera personal las historias que venden los medios de comunicación social sobre el país caribeño. Durante la realización de la jornada humanitaria que adelantó el Ipsfa en la zona, optó por ubicarse en una esquina y verlo todo en detalle.
Cuando se desarrolló la entrega de canastillas y donativos, no aguantó su grata impresión y se acercó hasta los organizadores para felicitarlos. Dijo que tenía una imagen diferente de Venezuela, pero que sale del país “revolucionario y chavista”.
“En los canales de televisión, páginas web y algunos periódicos argentinos dicen que en Venezuela hay una dictadura, pero que lejos están de la realidad. Si lo que estoy viendo es ese estilo de gobierno, yo quiero vivir en una dictadura así. Lo que he visto y conocido es una maravilla”, sentenció.
“Veo a uniformados cargando bolsas de compras a la gente mayor, regalando sillas de ruedas, bastones y llevando alimentos en mercados a cielo abierto. Venezuela tienen en Hugo Chávez una gran bendición”, sentenció.