Al son de la contagiosa guaracha del estado Zulia, al occidente de Venezuela, niños, niñas y jóvenes del Ensamble Infantil y Juvenil del Banco Central de Venezuela (BCV), subsede Maracaibo, hicieron bailar a los presentes con el III Concierto Tocando a lo Zuliano.
En homenaje a los 62 años de vida artística del cantante y compositor local Chico Carvajal, la batería, los timbales, la flauta, la caja, el piano y el guayo se unieron para interpretar junto al agasajado los temas Pa´ lante es pa´ allá, de Plácido Acevedo; Swing con son, de D.D; y Campesino, de Stelio Bosch.
No hubo lugar para un protocolo lineal en el auditorio Gastón Parra Luzardo del BCV. Los niños, niñas y jóvenes con discapacidad y sin ella hicieron el espacio suyo junto a sus profesores, que día tras día les enseñan el mundo de la música para que demuestren que las barreras no existen.
Los que recién se inician en el mundo de las notas musicales abrieron el programa, para luego darle entrada a los ensambles de flautas, de cuerdas y al de percusión, que se lució con el calipso Woman del Callao, de Julio Delgado, y a la cátedra de piano.
La presentación terminó con todas las agrupaciones, cuyos integrantes brindaron un homenaje al país con la parranda Viva Venezuela y donde el tricolor nacional fue ondeado desde las manos de docenas de niños y niñas, que decidieron que su condición especial no los limita a hacer lo que a ellos les apasiona: la música.
«Este es nuestro verdadero tesoro», exclamó el director de la subsede Maracaibo del BCV, Rafael Rosales, quien recalcó que gracias a la incluyente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se impulsa el trabajo con los niños, niñas y jóvenes con condiciones especiales.
El instituto emisor adelanta esta labor desde hace siete años y, desde 2012, se convirtió en un programa donde participan hijos de trabajadores del banco y niños y adolescentes de la comunidad.
Carvajal, por su parte, confesó que ser homenajeado por «músicos especiales, como estos niños, es como sentir a Dios en el corazón».
«Hay que continuar con este trabajo, y el mensaje es que cada hogar debe colocar una semilla para tener un bosque de cultura en el país», expresó.
El músico recibió, asimismo, la Orden Relámpago del Catatumbo, en su única clase, impuesta por el secretario de Cultura de la Gobernación, Giovanny Villalobos.
Destacó Villalobos el esfuerzo que los facilitadores y maestros de la música, avalados por el Gobierno a través del Sistema Nacional de Orquesta y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela, ha logrado que miles de niños y jóvenes decidan por un instrumento musical antes que ser transgresores de normas.
«¡Que viva la música!», gritó desde el público una joven, cuyo rostro se vio bañado de alegrías convertidas en lágrimas.