La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) aceptó este lunes una carta de dimisión del director técnico de la selección nacional, Luiz Felipe Scolari, poco después del cierre de la Copa Mundial, que dejó muy mal parada a la «verdeamarelha».
Tras la derrota ante Holanda, por la disputa del tercer puesto de esta Copa, Scolari puso su cargo a disposición de la CBF y se espera este lunes el anuncio oficial de su salida.
El humillante revés (7-1) ante Alemania del martes pasado y la caída sin goles con los naranjas el sábado último reflejaron los peores momentos del equipo, lo cual es considerado aquí como una hecatombe deportiva, peor al Maracanazo de 1950, cuando Brasil perdió en casa la final del primer Mundial organizado ante Uruguay.
Ganador del Mundial de 2002, Scolari asumió la dirección del equipo a finales de 2012 y seis meses después la canarihna ganó la Copa Confederaciones de 2013, al vencer 3-0 al entonces campeón del orbe, España.
Con este director técnico la selección jugó 29 partidos, de los cuales ganó 19, empató seis y perdió cuatro. En la finalizada Copa se disputaron siete duelos, con dos reveses, tres victorias y dos empates.
A pesar de que Brasil avanzó hasta semifinales, se evidenció su fragilidad y desorganización en sus partidos, pero la pérdida de su goleador Neymar por una lesión en la espalda en el juego contra Colombia agravó los problemas en el campo, lo cual fue aprovechado por la potente Alemania para abochornarlos con una derrota 7-1.
Hasta el momento se desconoce quién asumirá las riendas del plantel nacional que -según comentaristas deportivos brasileños- necesita de cambios y grandes reformas.