El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acordó este viernes extender por 30 días más la Misión de Observadores en Siria, luego de que un día antes Rusia y China vetaran, para evitar la posibilidad de una acción armada internacional en la nación árabe, una propuesta de Resolución contra el gobierno de Bashar Al Assad.
La embajadora de Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad, Susan Rice, manifestó su descontento por esta decisión y ratificó que Washington prefiere la adopción de la resolución presentada el jueves y que recuerda a la tomada hace un año contra el pueblo libio.
Rice describió el debate en el organismo multilateral como “un callejón sin salida” y advirtió que EEUU “intensificará” su trabajo con las naciones que no pertenecen al Consejo de Seguridad para arreciar las sanciones contra el gobierno de Bashar Al Assad y ayudar a la oposición armada.
Por su parte, el embajador de Gran Bretaña, Mark Lyall Grant, insistió en que el diálogo político entre las partes “debe” conducir a “una transición” y amenazó con el aumento de las presiones al gobierno de Al Assad por parte de la Unión Europea.
Los diplomáticos insistieron en que la escalada de violencia y el uso de armas pesadas debe parar para que la misión de observadores opere libremente en el territorio y vele por el cumplimiento de la hoja de ruta de seis puntos.
El representante de la República Popular China, Li Baodong, expresó su satisfacción por haberse acordado lo que desde hace semanas atrás ha venido sosteniendo y proponiendo el gigante asiático.
El documento presentado por Koffi Annan fue suscrito por el presidente Al Assad, sin embargo, los mercenarios se han negado a seguir la salida pacífica y negociada.