La escuela es un centro para el quehacer comunitario y la comunidad es un centro del quehacer educativo. Esta relación pasa por abrir la participación protagónica de todos los actores claves dentro del proceso de formación, tal y como lo sostuvo la viceministra de Participación y Apoyo Académico, Trina Manrique.
Su señalamiento lo hizo en declaraciones desde la sede del Ministerio para la Educación, en referencia a la figura de los consejos educativos establecida por este despacho a través de la resolución 058.
«Cada plantel, privado u oficial, debe abrir la convocatoria a todos los sectores de la comunidad educativa (padres, madres, responsables, trabajadores administrativos, obreros, directivos, estudiantes, docentes), así como a otras organizaciones que tengan relación con la formación de los niños o adolescentes de la institución; es un mandato de ley».
Explicó que un consejo educativo es una instancia de toma de decisiones de carácter social, democrático, participativo, protagónico, responsable y corresponsable de la gestión de las políticas públicas en materia educativa, en articulación inter e intrainstitucional con otras organizaciones sociales.
Recordó que entre sus objetivos fundamentales está garantizar el desarrollo y defensa de la educación integral permanente, de calidad, democrática, obligatoria y liberadora e impulsar la formación integral.
PARTICIPACIÓN PARA QUE NO HABLEN POR TI
Manrique dejó claro que el ministerio sigue siendo el rector de las políticas públicas en materia educativa del Estado venezolano, «en el plantel, esas políticas deben tener un marco de acción y sus objetivos ponerse en ejecución; allí es donde aparece la figura del consejo educativo y sus comités que lo conforman. Recodemos que la educación es un hecho político mas no es partidista, que es algo muy distinto».
Hace 14 años, refirió, los gobiernos eran representativos y en la escuela pasaba lo mismo, pero algunos colectivos se atrevieron a empezar a discutir que se ampliara esa brecha de la voz y el voto en cuanto a temas educativos, fue ahí cuando surgió la Constituyente Educativa, entre 1999 y 2000. Uno de los aspectos abordados fueron las comunidades educativas.
«Estaban basadas en una democracia representativa, no había vocería, yo hablaba por tí; en este momento hablamos de la participación protagónica».
Para atenuar el temor de algunos sectores en cuanto a que los consejos educativos le resten poder de decisión a los directivos puntualizó que el director de un plantel sigue siendo la figura responsable de acompañar, supervisar y asesorar todo lo que tiene que ver con los aspectos pedagógicos, administrativos y organizativos, y para ello debe conocer toda la realidad de su escuela.
No obstante, recalcó que no puede ser impositivo ante ciertas decisiones que afecten a un colectivo y adelantó que la Ley Orgánica de Educación permitirá al ministerio redefinir las funciones de un director, ajustado a las innovaciones de participación abierta que se están haciendo.
Apuntó que los comités del consejo educativo son la primera instancia de discusión. En la asamblea escolar, cada uno tendrá sus voceros y las decisiones se darán por consenso y en colectivo.
Agregó que la resolución 058 estará sujeta a revisión dentro del término de un año por parte del ministerio para ir evaluando cómo se va dando la aplicabilidad de los consejos y luego hacer los ajustes que se requieran.