Habitantes de la región de Aysén (sur) denunciaron que funcionarios de la policía militarizada (Carabineros) de Chile reprimieron este viernes en la madrugada con bombas lacrimógenas a los manifestantes que por 12 días llevan a cabo protestas por el alto costo de la vida y la falta de infraestructura básica para la aislada región chilena.
Según reseña Bio Bio, Carabineros lanzaron piedras y bombas lacrimógenas contra unas 200 personas que levantaron barricadas en el puente Presidente Ibáñez, ubicado en la región sureña de Chile.
El medio precisa que los gases afectaron a una familia que reside en las cercanías y causaron problemas respiratorios a una anciana de 81 años, mientras que otra persona resultó herida en uno de sus ojos, producto de las escaramuzas y hasta el momento no se descarta que pierda la visión.
El presidente regional de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, Julio López, denunció “una excesiva y violenta represión policial” y señaló que “nunca habíamos visto una acción de los Carabineros similar acá en la región”.
Por su parte, la activista social Verónica Carvallo manifestó que “estamos en medio de una cuasi guerra alentada por las acciones provocadoras de las fuerzas especiales contra la ciudadanía desarmada, que sólo lucha por sus derechos y por la vida”.
Respecto a los hechos ocurridos la madrugada de este viernes el Obispo de Aysén, Luis Infanti, indicó que estaría dispuesto a ser el mediador del conflicto y resaltó que durante las jornadas ha intentado mediar con los manifestantes y Carabineros.
“En los temas de violencia todos tenemos un poco de responsabilidad”, indicó el Obispo y añadió que cree que “hay una sed de participación de los ciudadanos”.
Los habitantes de la región de Aysén iniciaron hace 12 días las protestas, en reclamo de medidas que les permitan enfrentar su situación de aislamiento, que motiva un mayor precio de combustibles, alimentos y servicios básicos. También lamentan que la única forma de viajar al norte del país sea por vías marítimas y aéreas.
Los líderes de las protestas exigen que viaje a Aysén el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, porque su cartera es vital en el petitorio ciudadano, pero el Gobierno chileno rechazó el jueves la demanda y delegó las negociaciones en la Intendenta (gobernadora) local, Pilar Cuevas.
Los manifestantes no consideran a Cuevas una negociadora válida y advirtieron que segurián con sus acciones hasta que el gobierno del presidente Sebastián Piñera los tome en cuenta.
Los habitantes reclaman, entre otros puntos, la instauración de una universidad regional, subsidio al transporte, los combustibles y los alimentos de primera necesidad.