El paro general decretado en la fría región de Magallanes y Antártica en rechazo a la subida de un 17% en el precio del gas doméstico continúa este viernes, tras fracasar un primer intento de diálogo entre el Gobierno y las organizaciones sociales con mediación de la Iglesia Católica.
La Asamblea Ciudadana de Magallanes, ratificó su decisión de continuar las movilizaciones. «Sólo el entendimiento de la postura del pueblo permitirá sellar un acuerdo que posibilite levantar la paralización», recalcó un comunicado de esa instancia, integrada por las principales fuerzas del arco sociopolítico de la zona.
No hubo consenso, admitió el obispo de la austral ciudad de Punta Arenas, Bernardo Bastres, quien fue nombrado mediador del diálogo entre las partes en conflicto.
Mientras tanto, una rotunda desaprobación al alza del gas emitieron los presidentes de los ocho partidos políticos de la región en declaración conjunta trasmitida por Radio Polar de Chile y en la que llamó la atención la posición unitaria de opositores y oficialistas en contra del incremento de las tarifas del gas en casi el 20 por ciento.
«El paro continúa», subrayó José Hernández, vocero de la Asamblea Ciudadana, institución rectora del enorme movimiento popular desatado en la Patagonia chilena en repudio a la decisión del gobierno chileno, generada a partir de un acuerdo entre la Empresa Nacional del Petróleo y la distribuidora Gasco.
A juicio del senador del Partido Socialista Pedro Muñoz, «si el Gobierno está tan interesado en evitar el agotamiento del gas lo que corresponde es que utilice los abundantes recursos de que dispone, producto del alza del cobre, para capitalizar ENAP e invertir en exploración, en lugar de avanzar hacia su privatización».
«En Tierra del Fuego hay gas, lo que se requiere es decisión y voluntad política para que sean explotadas por ENAP, en vez de traspasar el negocio a los particulares», opinó el legislador.