La situación de la lepra está bajo control del Ministerio de Salud en Angola, donde hoy se registra un caso de la enfermedad en 10 mil personas, afirmaron autoridades sanitarias.
«El país ha alcanzado la meta de eliminar la enfermedad desde hace algunos años, pero eliminar no significa erradicar, por lo que debemos trabajar más duro para lograr esto», dijo el coordinador del Programa de Tuberculosis y Lepra, Filomeno Fuerte, durante una reflexión sobre el padecimiento.
Recordó que el tratamiento de la lepra es gratuito y el programa nacional tiene como objetivo formar y crear conciencia sobre las causas, consecuencias y prevención de la dolencia.
Señaló como una de las principales preocupaciones para el sector, la cuestión del tratamiento de las secuelas de la enfermedad y el seguimiento clínico de pacientes que requieren atención médica y pequeñas cirugías.
De acuerdo con el coordinador, el enfermo de lepra sigue siendo estigmatizado, aunque el mal no es contagioso y puede ser controlado.
Por el estigma, añadió, a muchos de los infectados se les niega el empleo, aunque no hay impedimento desde el punto de vista médico.
Informó que el tratamiento dura entre seis y 12 meses, y por este tiempo muchos pacientes abandonan la atención clínica, hecho que ha provocado el empeoramiento de la pandemia y hasta la muerte.
La literatura médica asegura que la lepra es una enfermedad infecciosa, de nula transmisión cuando está correctamente tratada, aunque pacientes sin tratamiento o con uno inadecuado constituyen fuentes de contagio por la reacción inmune a alguna de las bacterias.