Las autoridades controlaron este jueves un motín iniciado anoche en el penal de la ciudad de Márcala, en el central departamento hondureño de La Paz.
La policía se negó a brindar información sobre lo ocurrido y el cuerpo de bomberos sólo confirmó que fueron incendiados varios colchones.
En enero último los reos del centro penal de Juticalpa, en Olancho, protagonizaron un amotinamiento después que las autoridades penitenciarias les retiraran unas mesas de billar.
En febrero ocurrió otro incidente carcelario violento, en el que resultaron heridos tres presos en el centro penal de la norteña ciudad industrial de San Pedro Sula.
Los medios locales recuerdan que en 2012, un total de 361 reclusos murieron durante un incendio ocurrido en la granja penal de Comayagua, a unos 60 kilómetros al norte de aquí.
El amotinamiento de anoche en Márcala ocurre en momentos en que el gobierno decidió reducir en 18 millones de lempiras (884 mil dólares) la asignación para alimentar a los presos.
Los reos son mantenidos en las prisiones hondureñas con frijol, arroz y tortillas de maíz, y reducir esa dieta viola recomendaciones de Naciones Unidas, comentó El Heraldo.
Ese medio de prensa recordó que en 2012 se gastaron 58 millones de lempiras en la comida de los prisioneros, pero en 2013 ese renglón bajó a 40 millones (un millón 964 mil dólares).
En Honduras están hacinados 12 mil 934 reos en 24 centros penales y los organismos de derechos humanos han denunciado que les suministran una dieta insuficientemente balanceada.
Según las autoridades, el presupuesto de alimentación se recortó para pagar pensiones a familiares de reos que han perdido la vida en prisión.
También se asignarán 17 millones de lempiras más (834 mil dólares) a incrementar los salarios y dar pagos colaterales al personal de las penitenciarías, trascendió.