Tinta cruda: Por Alfredo Carquez S.|Cosmogonía escuálida de la OPEP (Opinión)

Lo bueno de escuchar algunos de los comentarios que a diario hacen en sus programas radiales y televisivos los representantes de la oposición que se hacen pasar por ingenuos lectores de titulares de periódicos y portales de Internet y analistas destructivos de cualquier tema o iniciativa soberana, es que nos obliga a revisar la historia.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo decidió la semana pasada llevar a cabo un recorte de producción de 1,2 millones de barriles diarios, acuerdo que comenzará a regir a partir de enero y que depende, como siempre ha sido, de la voluntad y disciplina de cada uno de sus socios y del control que los gobiernos tengan de sus empresas operadoras.

No es la primera vez que se anuncia su intención de restar oferta en el mercado petrolero para defender el valor del recurso natural. Tampoco es la primera vez en que se unen a un pacto de este tipo países no integrantes de la organización.

Debe recordarse que ante la caída de la cotización del barril sucedida a finales de los 90 y luego de la victoria electoral del Presidente Chávez en 1998, se logró, gracias a su liderazgo, cohesionar a una OPEP que se encontraba en discordia, y establecer una serie de alianzas con Rusia, México y Noruega, naciones que también se comprometieron a cerrar el grifo. En esa oportunidad el recorte en total sumó 2,1 millones de barriles diarios.

La OPEP, como cualquier otra organización internacional, se enfrenta a un mundo que cambia constantemente y en el que están presentes elementos de carácter económico, políticos, geopolíticos, ambientales y hasta culturales.

La crisis económica surgida de una economía internacional en la que manda el capital financiero en detrimento del productivo; las guerras, intervenciones, bloqueos y sanciones de las potencias occidentales a naciones productoras de crudo como Siria, Libia, Irak, Irán, Venezuela, o las a agresiones a países como Yemén; la reaparición de Estados Unidos como país exportador de petróleo; el cambio climático y el uso de nuevas tecnologías y nuevas fuentes de energía pesan en el mercado energético.

Un antiguo gerente de la vieja Petróleos de Venezuela dijo en la radio que la OPEP ya no es lo que fue en el pasado. Pues claro que no lo es, así como tampoco lo es él. La OPEP esta obligada a adaptarse a los cambios del planeta. Pero aun así, como se dice, en el mundo petrolero, “si esta no existiera, habría que inventarla”.

alfredo.carquez@gmail.com

Los escuálidos nuestros son la borra del «café» petrolero de tantos años . El coloniaje forma parte de su ADN y solo el susurro de los poderes fácticos imperiales logra moverlos. No se reconocen en Venezuela sino en Miami, su máxima frustración es el espejo claro, cambiante y constante de la realidad.

Tal vez por eso son incapaces de elaborar un plan de cualquier tonalidad política para el país. Por haberse auto-borrado de nuestras raíces y nuestra cultura van contra el país, contra sus ciudadanos en quienes no se reconocen y contra las organizaciones que protejen intereses comunes. Es cierto que hay matices, casos reversibles, coincidencias circunstanciales, propaganda o intereses fortuitos, pero la pulpa de esta oposición está formada o teñida de alienación antes que de convicción.

¿Qué hacer ? No lo sé. Recuerdo la anécdota de Abraham Lincoln sobre los moscardones que fastidian. Nos obligan a trabajar cada vez mejor y de maneras más eficientes.