Los 31 mil 300 millones de dólares del costo de destrucción generado por el conflicto armado que azota a Siria desde hace tres años, equivale casi al PIB sirio para este 2014, de unos 34 mil millones de dólares. Grupos armados han aumentado el número de ejecuciones masivas y torturas.
El primer ministro sirio, Wael Al Halaqi, afirmó este martes que el importe de las pérdidas y destrucción debido al conflicto armado que azota a Siria, desde hace tres años, se eleva a más de 31 mil millones de dólares.
«El volumen de los daños causados por la gran guerra librada en Siria se eleva a 4,7 trillones de libras sirias», es decir 31 mil 300 millones de dólares, declaró Halaqi al diario Al Baas.
Esta cifra equivale casi al Producto Interno Bruto (PIB) de Siria, que será, según el Economist Intelligence Unit, de unos 34 mil millones de dólares en 2014.
El premier sirio también indicó que el presupuesto destinado este año a la reconstrucción en Siria a causa del conflicto generado por grupos armados para derrocar al presidente Bashar Al Assad, es de solamente 50 mil millones de libras (333 millones de dólares).
Entre tanto, cientos de grupos armados siguen cometiendo atrocidades cada vez mayores, según la comisión investigadora de las Naciones Unidas (ONU) sobre las violaciones de los derechos humanos en Siria.
«Combatientes extranjeros han ingresado a Siria, incorporándose frecuentemente a los batallones más extremistas (…) Los grupos armados se organizan en coaliciones, mientras que las tensiones por el control político, de los recursos e ideológico persisten», afirma el equipo de juristas.
En la etapa más reciente del conflicto, que empezó hace tres años, los grupos radicales han aumentado el número de ejecuciones masivas de detenidos, torturas y la utilización de niños en las hostilidades, agrega el informe que presentaron al Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas.
Desde mediados de marzo de 2011, el conflicto armado se ha cobrado la vida de al menos 146 mil personas, según un ONG siria. Cerca de la mitad de la población ha debido abandonar sus viviendas, según la ONU.