El hallazgo de un cementerio clandestino en la aldea Las Glorias, en el norteño municipio de Villanueva, departamento hondureño de Cortés, ha creado expectativas de encontrar algunas personas hasta este jueves reportadas allí como desaparecidas.
Hasta la fecha habían sido detectadas ocho fosas y exhumados seis cadáveres en avanzado estado de descomposición, pues las víctimas fueron ultimadas hace dos o tres meses y todas fueron desmembradas y presentan además señales de torturas, según las primeras pesquisas.
El médico forense Darwin Armas explicó al sitio digital El Heraldo que los seis cadáveres encontrados hasta ahora estaban amarrados de manos y pies, con un arnés en la boca, y presentan cortes de machete en diferentes partes del cuerpo y disparos en la cabeza.
Los peritos aseguran que las excavaciones se dificultan por obstáculos en el terreno y precisan que las tumbas están a un metro de distancia una de otra, los cuerpos se hallan enterrados a unos 40 centímetros de profundidad y encontraron una fosa lista para ser usada.
La fiscal Marlene Banegas calcula en una docena los cadáveres que puedan estar sepultados en el cementerio clandestino, reportó el hallazgo de varias tarjetas de crédito a nombre de una víctima y aseguró que se harán pruebas de ADN para identificar los restos.
Además de los forenses y fiscales del Ministerio Público, participan en las pesquisas militares y detectives del Departamento de Investigación Criminal (DNIC) que no saben si continuarán excavando pues fueron suspendidos a nivel nacional temporalmente por orden de la Secretaría de Seguridad.
Con este van cuatro los cementerios clandestinos hallados este año en el norte de Honduras. El primero de ellos el 30 de abril en el sector de Chamelecón, el segundo el 7 de marzo en San Pedro Sula y el tercero, el 25 de marzo en la región Atlántica.
Las autoridades presumen que integrantes de pandillas los utilizan para depositar los cuerpos de sus víctimas.