Empresarios latinoamericanos muestran cada vez más interés en conocer las ventajas del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre) para emplearlo en sus transacciones, afirmó el presidente del Consejo Monetario Regional (CMR), Eudomar Tovar.
En entrevista con Prensa Latina, el funcionario dijo que el sector privado de la zona busca asesorarse sobre las características y el desarrollo de la iniciativa, usada en el comercio de las naciones de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Citó como ejemplo Venezuela, donde el Banco Central y el empresariado realizan talleres para esclarecer dudas acerca del funcionamiento de esa moneda virtual, con proyecciones de reemplazar al dólar estadounidense en el intercambio mercantil interregional. Cada Sucre equivale a 1,25 dólares.
En esos foros -indicó- las autoridades detallan los beneficios del sistema en cuanto a rapidez, seguridad y confiabilidad porque las operaciones se realizan a través de entidades financieras previamente identificadas y con la moneda nacional de cada país.
Además informan sobre las instituciones bancarias públicas y privadas con ese servicio disponible y los requisitos a seguir en los trámites.
«El mecanismo permite a los empresarios ahorrar divisas, se evitan costos cambiarios y transaccionales. Eso se traduce en desarrollo para el país porque aumentar las exportaciones e importaciones, y favorece a la población con mejores precios de bienes y servicios», acotó.
Interrogado sobre el número de empresas participantes en el sistema, Tovar dijo que en la actualidad alrededor de un centenar de compañías operan bajo ese esquema y este año realizaron más de 200 transacciones por un valor de 127 millones de Sucre, o sea 160 millones de dólares.
«La meta en 2011 es llegar a 300 millones y creo que lo vamos a lograr, porque hay en tránsito casi 122 millones de Sucre en conjunto», aseveró.
Entre los productos comercializados por esa vía mencionó algunos como el aceite de palma, textiles, medicamentos, atún, arroz y leche en polvo.
Por otro lado, Tovar aludió a conversaciones con países asiáticos y africanos para sumarlos a la iniciativa, vista también como la salida a la autodeterminación y el blindaje anticrisis de los territorios de área.
Asimismo, habló de la posibilidad de traspolar el esquema a bloques integracionistas como la Unión de Naciones Suramericanas para fortalecer sus economías frente a la recesión global y evitar colapsos.
El Sucre entró en vigencia en 2010 y es aplicado por Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, los integrantes del ALBA, bajo el principio de la complementariedad, el comercio justo, la solidaridad y el respeto a la soberanía.
Tovar lo resumió como «un mecanismo que indudablemente contribuye con el desarrollo nacional, el incremento del Producto Interno Bruto y generador de empleos dentro de los países asociados.»