La Organización Mundial de Comercio (OMC) advirtió este miércoles que la crisis y las dificultades económicas han incrementado las fricciones comerciales entre los países industrializados y emergentes que conforman el Grupo de los 20.
El director general de la OMC, Pascal Lamy, junto con sus homólogos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Angel Gurría, y el de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad), Supachai Panitchpakdi, emitieron un informe que denuncia esas acciones.
De acuerdo con el texto, en los cinco últimos meses se ha desacelerado la imposición de nuevas medidas restrictivas del comercio por las economías del G-20, pero crecieron las contradicciones comerciales.
Al presentar el documento Lamy instó a los gobiernos del G-20 a redoblar esfuerzos por mantener sus mercados abiertos e impulsar la apertura comercial como vía para contrarrestar la ralentización del crecimiento económico mundial.
Mencionó el aumento de los conflictos comerciales presentados ante el comité de arbitraje de la OMC, los que en su opinión pueden torpedear los beneficios de la apertura al comercio internacional.
Estadísticas de la OMC recogen que entre octubre de 2011 y mayo de 2012 se adoptaron 124 nuevas medidas comerciales restrictivas, las cuales afectaron al 0,9% de las importaciones mundiales.
Tales acciones prohibitivas desde octubre de 2008, año en que arrancó la actual crisis económica, representan el tres por ciento de los intercambios mundiales de mercancías, casi el cuatro por ciento del comercio de los países del G20.
Los datos también muestran que sólo 18% de las 802 medidas proteccionistas adoptadas desde ese año han sido suprimidas.
A tales efectos la OMC, la OCDE y la Unctad convocaron al G20 a mantener sus mercados abiertos para luchar contra la desaceleración de la economía mundial, ya que las restricciones y las políticas proteccionistas agravan los problemas y provocan represalias.
Los directivos de esas instituciones coincidieron en que el mundo necesita urgentemente un compromiso fuerte y renovado, en particular de las economías del G20, y revitalizar el sistema económico multilateral para restaurar un clima de confianza.