1. En España gobiernan las mismas estructuras de poder desde hace siglos. Oscuras y anacrónicas fuerzas reaccionarias cuya modernización y adecuación a los tiempos es estrictamente superficial. Si uno araña un poco la pintura que las recubre encontrará lo más abyecto de un régimen monárquico, junto a la inquisición, el ejército colonial, los privilegios de cuna, los banqueros de las conquistas imperiales y los rancios señoríos de siempre. Y si se profundiza un poco más la búsqueda, se encontrarán verdaderos ríos de dolor como sufriente huella de tantos siglos de poder corrupto.
2. El pueblo español intentó varias veces sacudirse ese infame yugo. El último intento, que representó la instauración de una muy moderada República en 1931, fue criminalizado y aplastado a sangre y fuego. Lo que se conoce como Guerra Civil Española, entre 1936 y 1939, terminó así con el triunfo de la histórica derecha auto-reafirmada en el fascismo, que dio origen a la larga y oprobiosa dictadura de Francisco Franco.
3. El funesto Caudillo falleció en su lecho en 1975 dejando todo “atado y bien atado”, tal como lo dijo en su momento. Previó el regreso de la monarquía y así se hizo. Y para que las apariencias ocultaran la esencia, aquel poder de siglos se inventó un truco político llamado “transición”, que bendijo y consagró con reglas de una supuesta democracia formal, el incombustible dominio de la misma casta que viene gobernando por siglos.
4. Las agresiones a Venezuela por parte del actual Gobierno español y de los medios que sostienen aquellos poderes, a mi juicio no tienen que ver tanto con nuestro país sino con su propia realidad interna. Aparte de su resentimiento imperial y de los intereses de sus multinacionales en Latinoamérica y el Caribe, que son asuntos que juegan un cierto papel, lo que de verdad, verdad, les preocupa de Venezuela es el ejemplo. Demonizar a Venezuela ante los súbditos de la corona, es una manera artificial de meterles miedo nublando su conciencia crítica y, por lo tanto, de ir minando las posibilidades de emancipación del pueblo español.