Cuba defendió esta semana en la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) la eliminación de las armas nucleares, las que consideró una amenaza para la paz y la estabilidad en el planeta.
La defensa de un mundo sin esas armas de exterminio en masa marcó las intervenciones del representante cubano ante la Junta, Rodolfo Benítez, en el foro que concluyó este viernes en esta capital luego de cinco jornadas de debates.
El diplomático consideró que para la comunidad internacional debe ser un tema de máxima prioridad el desarme nuclear, en aras de superar los peligros que suponen esos artefactos para la especie humana.
Sólo su eliminación total y de los ensayos, contribuirá a garantizar la paz y la seguridad internacionales, apuntó.
También resultó recurrente en las comparecencias de Benítez el respaldo de la isla al uso pacífico de la energía nuclear para beneficio de la humanidad.
En ese sentido, denunció obstáculos que sufre Cuba en el acceso a materiales radioactivos para salud y seguridad alimentaria, como resultado del bloqueo impuesto por Estados Unidos por más de medio siglo.
«Me veo en la obligación de denunciar ante la Junta, una vez más, que nuestro país sufre también en esta esfera las graves consecuencias del ilegal bloqueo económico, comercial y financiero que impone Estados Unidos», afirmó en una de las sesiones de la Junta.
El gobernador cubano ante el foro del OIEA recordó que el cerco impuesto por Washington durante más de medio siglo impide a navieras de terceros países atracar en puertos estadounidenses durante un período de seis meses si han tocado instalaciones marítimas de la isla.
Ello afecta directamente el suministro de materiales radiactivos requeridos en servicios vitales que se brindan a nuestro pueblo en las esferas de la salud y la seguridad alimentaria, por solo mencionar los más significativos, señaló el embajador.
Respecto a otras cuestiones de interés internacional, Benítez ratificó la posición de La Habana de promover el diálogo y la cooperación como principios para solucionar diferendos, además de apelar a la importancia del respeto a la igualdad soberana y al no uso de la fuerza ni de la amenaza de emplearla.
El diplomático reiteró el apoyo de Cuba a la desnuclearización total de la península coreana y a conversaciones constructivas para abordar el tema nuclear iraní.
También expresó el respaldo de la nación caribeña al establecimiento de una Zona Libre de Armas Nucleares en el Medio Oriente, objetivo que consideró obstaculizado por la posición de Israel.
Israel es el único país de la región que no forma parte del Tratado de No Proliferación ni manifiesta intención de hacerlo, posición que es el obstáculo principal para el establecimiento de una Zona Libre de Armas Nucleares en el Medio Oriente, dijo.
En la penúltima jornada de la junta, Cuba rechazó un proyecto de resolución sobre el tema nuclear iraní, texto que consideró claramente desbalanceado y carente de una visión integral.
Al argumentar la postura de La Habana, el diplomático denunció el secuestro del texto por unos pocos Estados con el propósito de imponer criterios que en lugar de propiciar la solución del diferendo, la complican aún más.
En ese sentido, condenó las pretensiones de convertir en obligatorias disposiciones de naturaleza voluntaria, lo cual viola -dijo- el Derecho Internacional y atenta contra el pleno ejercicio de la soberanía, principio consagrado en la Carta de las Naciones Unidas.
La resolución aprobada por 31 votos a favor, uno en contra y tres abstenciones incluye exigencias a Irán para que asuma disposiciones que son voluntarias para todos los demás Estados, como es el caso del Protocolo Adicional y las disposiciones de la versión con los arreglos subsidiarios del acuerdo de salvaguardia.
En otro de los puntos tratados por la Junta de Gobernadores del OIEA, relacionado con la «Verificación nuclear. Salvaguardias Siria», la isla insistió en su posición contraria al uso o la amenaza del uso de la fuerza contra la integridad territorial de cualquier país.
Sobre esa cuestión, instó a condenar de manera inequívoca el bombardeo por Israel del emplazamiento de Dair Alzur en septiembre de 2007 y recordó que es prerrogativa absoluta de las autoridades sirias decidir si dan o no acceso a los inspectores del Organismo a sus instalaciones militares.