“Ni siguiera las letras de los sones están recopiladas”, señala|Cultor asegura que no hay uno sino centenares de tamunangues

Para José Esteban Pérez, integrante de la Sociedad Tamunangueros de Caracas, el tamunangue es una manifestación folclórica en evolución, que “adquiere nuevos valores interpretativos” y en permanente resignificación como consecuencia de la influencia permanente de los lugares del país en los que se ejecuta.

“Según el lugar puede haber variaciones de esta expresión cultural, pues en cada sitio del país lo ejecutan distinto, a su manera, como lo han aprendido desde siempre. Esto le da un nuevo carácter, le otorga un nuevo sentido”, asegura Pérez.

Este cultor, quien se reconoce como descendiente de tamunangueros de Curarigua y con más de 50 años dedicado a su difusión, asegura que sobre esta manifestación cultural “hay pocas cosas escritas”.

“Ni siguiera las letras de los sones están recopiladas, pura letra improvisada, algunos versos aprendidos que se repiten en las presentaciones”, comenta Pérez, quien estuvo el pasado jueves en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos en un conversatorio como parte del Espacio Abierto para las Culturas Populares de Nuestra América y el Caribe.

TRANSFORMACIÓN

En el tamunangue se combina la tradición folclórica de tres culturas; la indígena, la española y la africana mediante el teatro, el baile y la música. Consta de ocho partes: La batalla y siete sones. La batalla marca el comienzo de la muestra con la coreografía de dos personas con garrotes que se enfrentan. Seguido, se presentan los sietes sones: La bella, La juruminga, El poco a poco, El yiyivamos, La perrendenga, El galerón, y El seis figurea’o, con la participación de parejas, cuyo número varia según la región del país.

“La transformación”, explica, ha ocurrido “a lo largo del tiempo”. Como argumento de esta afirmación, asegura que el tamunangue que él conoció en los años 60 del siglo pasado “no es el mismo que se ejecuta actualmente”. Recuerda que en esa época se le consideraba unicamente como una fiesta ritual, popular y religiosa que se celebra el 13 de junio en el estado Lara Venezuela, en honor a San Antonio de Padua.

Alega que esta evolución se debe “a las diferencias que existen entre los tamunangueros” de aquella época y la actual, así como “a sus maneras de ver la vida”. El cultor recuerda que durante la realización del Festival Folclórico de Barquisimeto que se organizaba a mediados del siglo pasado, se estimuló la participación de las mujeres en algunos aspectos de esta manifestación en los que hasta ese momento no se le estaba permitido, como es el caso de cantar y tocar los instrumentos musicales. Actualmente, dice, “incluso hay mujeres que juegan La batalla”.

DE LO SAGRADO A LO PAGANO

Señaló que, como consecuencia de estos cambios, surgieron conflictos que debieron ser atendidos, y uno de ellos se relaciona con la presencia de San Antonio, símbolo de la tradición.

Cuando ocurrió la masificación de las presentaciones, explica el experto, los tamunangueros no sabían si llevar o no el santo cuando no existía el motivo religioso. Para algunos, dice, dado el carácter místico de la tradición, el hacerlo significaba un irrespeto a la deidad, ya que el motivo de la ejecución no era,por ejemplo, por el cumplimento de una promesa.

Otros, “quienes a final terminaron imponiéndose, pensaron que el hecho de que el tamunangue fuese una manifestación en honor a San Antonio obligaba a la presencia de la imagen del santo en la presentación, y así lo hicieron”.

A decir de Pérez, la ubicación de la imagen fue otros de los conflicto surgidos a raíz de la modernización de las presentaciones.

POLÍTICO Y SOCIAL

Otro elemento que revela las transformaciones que ha experimentado el tamunangue es el motivo de la ejecución. A diferencia del estímulo religioso, que en el pasado inspiraba a las devotas y a los devotos a San Antonio, de acuerdo con Pérez hoy en día este impulso es diverso; entre otros, nombra el elemento político.

El cultor afirma que, desde que los tamunangueros, en el año 1948, llevaron esta expresión al Nuevo Circo de Caracas para celebrar la toma de posesión de Rómulo Gallegos, esta manifestación llamó la atención del sector político, interés que aún continua.

También figuran las presentaciones en el contexto de un cumpleaños o para celebrar la llegada de un nuevo integrante a una familia. Sostuvo que el tamunangue dejó de ser una expresión netamente religiosa -asumida como un medio “para pagar una promesa” hecha a San Antonio- y se le sumaron también las celebraciones.

DESDE SIEMPRE

Según Pérez, los cambios en el tamunangue se han dados desde su creación. En su opinión, y en esto destaca que su posición al respecto no es fehaciente, cree que el juego de garrote que comprende la batalla, “se unió a los otros sones en algún momento”.

“A diferencia de la parranda de San Pedro, en Guarenas”, comenta, “la tradición del tamunangue se ha difundido por todo el país”. Calcula que “solo en Barquisimeto hay más de 100 agrupaciones”, por lo que “no hay tamunangue de una sola forma” ya que cabe la posibilidad de que “cada grupo de intérpretes le agreguen y le resten elementos”.

PARTE DE LA CULTURA

A juicio de José Esteban Pérez, integrante de la Sociedad Tamunangueros de Caracas, la diversificación en cuanto al motivo y los elementos que se han sumado al tamunangue, lejos de perjudicarlo, “han aportado mucho”, además de favorecer su práctica en todo el país.

“Tal vez para los religiosos”, comenta, “estos nuevos elementos representen algo extraño o malo”, pero hay quienes piensan, y entre ellos se incluye, “que es importante que el tamunangue se haya multiplicado” para hacer que las venezolanas y los venezolanos lo conozcan y lo aprecien como parte de su cultura.

“No importa cuál es el motivo, religioso o cultural, siempre es importante fortalecer esta manifestación y todos los días embellecerla con nuestra presencia y con nuestros aportes”, comenta Pérez.

T/ Romer Viera
F/ Héctor Rattia
Caracas

soy caroreño. recuerdo que cuando niño en mi escuela juan bautista franco, era obligatorio en todos los actos culturales bilar el tamunangue. el pajaro guarandol. los chimichinito. durante el recreo solian poner musica venezolana. es una manera de que los niños quieran nuestra musica como parte fundamental en su formacion. aun la recuerdo como si fuera hoy. solo la cultura salvara nuestro pueblo.