Por Carolus Wimmer|Daños colaterales (Opinión)

Miles de civiles están muriendo en el mundo debido a la política criminal del Gobierno de EE.UU que implementa desde 2004, en un programa secreto, el uso de aviones no tripulados.

Las autoridades estadounidenses no admiten esta práctica que convierte caseríos, hospitales, escuelas e infraestructuras civiles, en “objetivos de guerra”. Así lo confirma el dossier “The Drone Papers” (programa militar de asesinatos), un compilado de documentos secretos filtrados publicado por la plataforma comunicacional “The Intercept”.

Por ejemplo, durante la “Operación Haymaker” fueron asesinados en el noreste de Afganistán, entre enero de 2012 a febrero de 2013, centenares de personas catalogados como “sospechosos”. En 2012 murieron 155 personas, de ellos sólo 19 eran “posibles terroristas”. Todos los demás fueron considerados “daños colaterales” y se reseñan como “enemigos muertos en acción”.

Es decir, para eliminar a un sospechoso, al que aún no se le comprueba su culpabilidad, justifican el asesinato de todo aquel que se encuentre en el radio de acción. Así piensa la CIA, y si sale a la opinión pública, el Pentágono dice que se trataba de “peligrosos terroristas”. Es el método del falso positivo, que utilizó abiertamente el uribismo en Colombia.

Como ya denunciamos anteriormente, los drones de combate estadounidenses se controlan a través de la estación de retransmisión por satélite Ramstein, en Alemania.  Las «ejecuciones extrajudiciales» son contrarias tanto a la legislación alemana como al derecho internacional.

Hoy los objetivos están en Irak, Siria, Afganistán, Pakistán, Somalia y Yemen. Mañana podrían ser en Venezuela. Por ello debemos apoyar, el desarrollo tecnológico y de la capacidad de defensa de nuestra gloriosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), patriota y antiimperialista.

@wimmerparlatino

«El capricho de los dioses» , el 9/11, EEUU, demostro de lo que es capaz, infringiedole a su propio pueblo el dolor que sin miramiento aplica a otras naciones. Paren a esos locos, sadicos, sicopatas, mercenarios, y la ONU, bien gracias, con sus conciencias compradas.