En Bruselas|Debaten sobre supervisor bancario único en Eurozona

El tema de la unión bancaria y la propuesta de crear un supervisor en tal sentido centran este martes los debates de los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) en Bruselas.

Los funcionarios pretenden avanzar en negociaciones sobre cuestiones decisivas, como el alcance de los poderes de inspección del Banco Central Europeo (BCE).

Empero, predomina el escepticismo en torno a la posibilidad de concretar algún acuerdo en la cita.

Alemania, la economía más grande de la Eurozona, busca que el control del BCE se restrinja a los bancos más grandes, mientras que Reino Unido, el país más fuerte fuera de la zona, quiere impedir que el llamado guardián de la moneda común adopte decisiones que afecten sus intereses.

Por su parte, Suecia plantea que para avanzar en la propuesta es necesario considerar un cambio en la legislación de la UE a fin de que quede claro que cada miembro es considerado equitativamente.

La proposición del supervisor bancario único en la zona monetaria fue presentada en septiembre pasado por la Comisión Europea.

La misma cubrirá todos los bancos en el grupo, mientras que los países miembros de la unión que no pertenecen al euro y quieran, podrán sumarse al mecanismo.

El BCE sería la institución que asumiría la responsabilidad en estrecha cooperación con los organismos reguladores nacionales.

Sin embargo, los estados de la UE que no pertenecen al euro y cuentan con sus propias monedas están preocupados porque aseguran que podrían verse indirectamente afectados por los nuevos poderes de supervisión del BCE y quedar en desventaja competitiva.

Incluso algunos parlamentarios hablan de una división muy explosiva que partiría a la unión en dos.

En tal sentido, sobresale el caso de Reino Unido pues aunque permanecerá fuera del esquema, muchos bancos internacionales en Londres tienen operaciones en la zona de la moneda común que serán afectadas por el nuevo alcance supervisor del BCE.

Los analistas plantean que a Londres le preocupa que ese ente emisor, amparado por sus nuevos poderes, exija regulaciones que puedan minar la posición de la ciudad como la capital financiera de Europa.

Fuente/PL