Las declaraciones del General retirado del Ejército, Alexis Ramón Sánchez Paz, sobre su participación en la masacre de Yumare, serán remitidas a la cancillería de la República para reforzar la solicitud de extradición de Henry López Sisco, del expresidente Jaime Lusinchi y otros imputados en este lamentable hecho ocurrido hace 25 años.
Así lo afirmó este lunes Adán Navas Nieves, abogado de las víctimas de la masacre de Yumare, durante su participación en el programa Toda Venezuela, transmitido por Venezolana de Televisión.
Durante la entrevista, Navas Nieves recordó que el pasado 6 de mayo, el general retirado del Ejército, Alexis Ramón Sánchez Paz fue sentenciado a 13 años de prisión por su responsabilidad en el asesinato de nueve dirigentes sociales en la referida población del estado Yaracuy, en mayo de 1986.
Añadió que durante la audiencia de la semana pasada, Sánchez Paz no sólo admitió su culpa y pidió perdón a los familiares de las víctimas sino que también delató a otras 14 personas, entre civiles y militares, por participar en forma directa e indirecta en la masacre.
En su declaración, el general retirado declaró que la masacre fue vilmente preparada por los organismos de seguridad del Estado durante el período del gobierno de Jaime Lusinchi. Así mismo, fueron acusados los ex funcionarios de la extinta Dirección General de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip): Oswaldo Ramos, Eugenio Creassola, Freddy Grangger, William Prado, Raúl Fernández, Adán Quero y Hernán Vega.
EL abogado de las víctimas de Yumare indicó que el testimonio de Sánchez Paz, sienta un precedente no sólo en la historia de Venezuela, sino en todos los países de suramericanos donde se reprodujo la persecución, tortura y desaparición de dirigentes de izquierda, contrarios a la doctrina de derecha que predominaban en los gobiernos que mandaron durante los años 60 y 70.
El abogado señaló que el juicio se encuentra recién en la primera fase. Enfatizó, además, que insistirán en la extradición de estas personas imputadas en este hecho y capturarán a las personas involucradas, sin importar el lugar donde se encuentren y que posiciones estén ocupando actualmente.
Navas Nieves manifestó, por último, que los familiares dejaron suficientemente claro que “no se trataba de un clamor de venganza sino de justicia. La idea era dejar un precedente para que las próximas generaciones entendieran los crímenes que se producían en la época”.