El gobierno chileno informó este jueves que cerró 2013 con un déficit fiscal cíclicamente ajustado o estructural de 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB), inferior en 0,3% a lo proyectado para el período.
Al respecto, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, destacó que la actual administración logró reducir el rango deficitario en 2,4 puntos porcentuales, desde 3,1% del PIB registrado en 2009.
Según el titular, ello se debió a un alza en los ingresos del sector no cuprífero y a ajustes en el gasto fiscal.
«Esto implicó una reducción de unos siete mil millones de dólares anuales de esfuerzo fiscal», apuntó.
Larraín subrayó que el balance en este sentido -que pone en perspectiva de mediano o más largo plazo el gasto comprometido y los ingresos o el ahorro- es «mejor de lo que nos habíamos planteado» al iniciar la actual gestión.
Las declaraciones de Larraín se basan en un informe de la Dirección de Presupuesto, que reconoce «un esfuerzo del gobierno expresado en la seriedad del manejo macroeconómico y en la relevancia otorgada a aumentar la eficiencia del gasto público, fortalecer la institucionalidad e incrementar la transparencia».