Una deliciosa novedad presenta el boom de la gastronomía en Perú donde la elaboración de platillos a base de hormigas se han convertido en el último grito de la moda culinaria, aficionados comensales y reporteros de prensa destacan la invasión de hormigas crocantes en la mesas de la localidad amazónica de Moyobamba.
Noticias locales aseguran que en los mercados de esta ciudad del noreste peruano, la venta de hormigas tostadas y crocantes de la especie «siquisapa», o cortadora de hojas, arrasa en los puestos, y a pesar que su precio fluctúa entre 7 a 10 nuevos soles por taza (entre 3 a 4 dólares), las ofertas se venden como pan caliente en esta época del año.
Aficionados cocineros plantean que para degustar las hormigas, se deben tostar primero utilizando manteca o aceite, luego se les agrega sal hasta que queden crocantes, se acaban en breves minutos dicen los vendedores. Además de a los transeúntes, las hormigas también se ofrecen en los restaurantes como degustación previa a los platos de fondo de un menú.
El nuevo producto de la culinaria peruana ha repercutido en las áreas rurales donde la demanda por estas hormigas de gran tamaño moviliza a decenas de campesinos, que las capturan en grandes cantidades en terrenos agrícolas y las almacenan en baldes, botellas y bolsas, para venderlas en quioscos y restaurantes.