Arrecia la guerra contra el pueblo venezolano, se disparan los precios y el presidente Nicolás Maduro llama al contragolpe a toda la militancia revolucionaria, los empresarios crean una especie de resistencia para mantener sus ganancias calculadas al mercado paralelo, mientras el Estado sigue consignando divisas a precio oficial.
Insisto en que debe ser el Estado el que cree un mecanismo sincero de comercio para las y los trabajadores de las instituciones públicas y la población en general, rompiendo así con el ciclo especulativo al que nos han conducido los empresarios, haciendo creer a las venezolanas y los venezolanos que por “culpa e’Chávez” y ahora del presidente Maduro debemos comprar 10 veces más costoso los productos que necesitamos, debido a que ellos supuestamente deben hacer magia para garantizar esos productos en el territorio nacional.
El remarcaje de precio ha sido una de las tantas armas que utiliza el sector empresarial para caldear los ánimos de la población, así como el acaparamiento de productos de primera necesidad que ahora tienen días y horas específicas de distribución en los centros de abastecimientos más conocidos, entre ellos la Central Madeirense, Plan Suárez, Automercado Supremo y los cientos de comercios chinos que también se han hecho cómplice de esta estrategia que atenta directamente contra todas y todos los venezolanos.
Los comerciantes informales ahora venden los productos en horas nocturnas, de esta manera burlan a las autoridades policiales y militares que lamentablemente se autocolocan horario de trabajo y contribuyen indirectamente con esta guerra económica que tiene zanqueando a las familias venezolanas de un lado a otro intentando conseguir los productos que se hacen necesarios.
Las opciones que tenemos son los centros de abastecimientos que el Estado pone a disposición de nuestro pueblo como Pdval, Mercal, Abastos Bicentenarios, donde también existen respuestas similares escuchadas en los comercios privados: «Venga en la mañana que hay harina», «más tarde sacan pollo», respuestas sin duda que molestan y nos hacen pensar que sí «sacan, sacarán o sacaron» es porque existe el producto en depósito, más no en los anaqueles, basta que haga acto de presencia un ministro o alguna autoridad gubernamental para que los anaqueles estén repletos.
¿Realmente, cuántos están en contra del pueblo?