Denuncian en Colombia estrategia de miedo generada por el Estado

Que los habitantes de varios vecindarios estén en las puertas de los conjuntos residenciales armados de palos obedece a una estrategia de temor del Gobierno para encontrar respaldo a la represión de la protesta legítima

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El politólogo colombiano Carlos Medina denunció lo que considera una estrategia de miedo generada por el Estado, en medio de las protestas ciudadanas contra políticas impulsadas hoy por el gobierno.

Que todos los vecinos de distintos vecindarios estén en las puertas de los conjuntos (residenciales), armados de palos, obedece a una estrategia de miedo generada por el Estado para encontrar respaldo a la represión de la protesta legítima. Es criminal generar pánico social para gobernar, escribió en su cuenta en Twitter.

En marcha por parte del gobierno nacional y local la teoría del pánico, manifestó en un contexto en el que rigió el toque de queda en Bogotá hasta las primeras horas de este sábado, una medida que las autoridades atribuyeron a la ocurrencia de hechos delincuenciales.

A su juicio, “los generadores de odio son el partido y la coalición de gobierno, la administración del presidente Iván Duque, las élites terrateniente y ganadera y los empresarios corruptos que asaltan los presupuestos públicos. Esos son los generadores de odio que utilizan a la fuerza pública”

Medios locales de prensa reportaron la víspera alteraciones del orden público, saqueos y hechos vandálicos en algunos puntos del país, sobre todo en la capital colombiana.

En las últimas horas, trascendió que un ataque con cilindros bomba a la estación de Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca, dejó tres uniformados muertos y doce heridos.

Tales hechos tuvieron lugar después de que cientos de miles de colombianos se volcaran a las calles el 21 de noviembre como parte de un paro nacional en rechazo a políticas del gobierno, contra la violencia y por la vida.

Si bien en su mayoría las protestas transcurrieron de manera pacíficas, en varios lugares se registraron disturbios y represión policial.

Los organizadores del paro resaltaron el espíritu pacífico de esas movilizaciones al tiempo que rechazaron las acciones violentas que siguieron a las marchas.

Varias voces coinciden en que detrás de los hechos vandálicos se oculta el interés en deslegitimar esas protestas pacíficas a las que se sumaron miles de personas a fin de lograr que el gobierno implemente acciones concretas encaminadas a solucionar problemas que golpean a los colombianos en áreas como educación, salud, agricultura y seguridad.

Adicionalmente, la ciudadanía completó dos noches consecutivas manifestándose pacíficamente a través de cacerolazos al tiempo que en las redes sociales digitales los usuarios se unen al llamado de continuar acciones de protestas, pero sin violencia.

TyF/ Prensa Latina
Bogotá