En EE. UU. ha surgido más evidencia de fraude electoral, esta vez a raíz de las primarias del sábado en Carolina del Sur, donde se informó que al menos 953 votos han sido emitidos por personas que figuran como muertas.
El Fiscal General de Carolina del Sur notificó al Departamento de Justicia de EE.UU. de un potencial fraude electoral.
El Fiscal General, Alan Wilson, envió detalles al fiscal Bill Nettles de un análisis realizado por el Departamento de Vehículos Motorizados.
En una carta enviada el jueves 19 de enero, Wilson afirma que 953 votos emitidos por electores son de personas fallecidas. En el 71% de los casos, los votos fueron emitidos entre dos meses y 76 meses después que las personas murieron. Eso significa que «votaron» hasta más de 6 años después de su muerte.
La carta no dice en cuáles elecciones los votos fueron emitidos.
El análisis surgió de la investigación para la nueva ley electoral de identificación del Estado. El Departamento de Justicia niega la autorización de esa ley.
Wilson notificó a Nettles que pidió la investigación del asunto a la División de Cumplimiento de la Ley del Estado.
La misma situación ocurrió la semana pasada en New Hampshire, donde el Fiscal General de ese estado también planteó dudas sobre un posible fraude electoral.
El fiscal lanzó una revisión exhaustiva de los procedimientos de votación del estado, después que personas obtuvieron boletas de electores fallecidos durante las primarias presidenciales del martes.
No hubo votos fraudulentos en realidad. Pero en nueve casos, los receptores fácilmente entregaron boletas a personas que decían ser residentes de la ciudad, recientemente fallecidas, que todavía aparecían en la lista de electores, según un video publicado en internet.