El terrorista Luis Posada Carriles planifica nuevas acciones violentas contra Cuba con el apoyo de grupos radicados en la sureña ciudad estadounidense de Miami, denunciaron este martes en La Habana.
De acuerdo con la fuente, Posada Carriles reactivó sus contactos con Santiago Álvarez, Enrique Encinoza, Luis Zúñiga, Gaspar Jiménez y Pedro Crispín, entre otros; todos con un amplio expediente de acciones violentas contra la isla.
La denuncia publicada en Cubadebate recuerda que varios de los mencionados pertenecen a las organizaciones Alpha 66, Consejo por la Libertad de Cuba y Fundación Nacional Cubano Americana, las cuales califican de terroristas por su historial.
Cubadebate recoge hechos y acontecimientos considerados pruebas del inicio de contactos entre Posada Carriles y muchos de sus cómplices en planes como el intento de asesinato del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, durante la X Cumbre Iberoamericana de Panamá, en 2000.
El artículo de ese portal refleja además intentos del otrora comisario Basilio de la policía política Disip -acusado en Venezuela de torturas y asesinatos en las décadas de 1960 y 1970- de estimular la subversión en la isla y el financiamiento a grupos contrarrevolucionarios.
También pide al gobierno de Estados Unidos tomar cartas en el asunto, en sintonía con la Ley de Neutralidad de 1948.
El terrorista y sus colaboradores se beneficiaron de un indulto concedido en 2004 por la entonces presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, pocos días antes de concluir su mandato.
El responsable del atentado contra la aeronave de Cubana ya fue declarado prófugo de la justicia de Venezuela, país que desde hace más de un lustro pidió a Estados Unidos su extradición por ese crimen.
A mediados de la década de 1980, Posada Carriles escapó de una cárcel venezolana, cuando esperaba sentencia por el sabotaje que costó la vida de 73 personas.
Mientras siguen su curso acciones judiciales, Posada Carriles vive libre en Estados Unidos, país al que gobiernos, juristas y defensores de los derechos humanos acusan de amparar al prófugo, pese a su discurso de librar una cruzada mundial contra el terrorismo.