Federico Villalba Frontano, docente e historiador, presenta hoy –a las 5 pm en la Sala Manuel Egaña del Banco Central de Venezuela– el libro La crisis estructural del capital y su esencia delictual. La obra analiza el terremoto que estremece al capitalismo actual y revela que ésta se debe a la práctica sostenida de operaciones fraudulnetas que no son producto de la mala fe de los dueños del capital, sino que son la esencia de este sistema.
Estados Unidos es un tema central en su libro, por eso el Correo del Orinoco habló sobre este tópico con su autor.
– Fidel Castro ha dicho que Barack Obama está a la cabeza de un país en el “que una extrema derecha fascista se apoderó del Gobierno. ¿Usted comparte este planteamiento?
Sí, de eso no hay duda. Pero no es algo reciente. Todo empezó con la derecha radical que llegó al poder en 1968 con Richard Nixon, quien impuso las primeras políticas neoliberales. En su momento las presentadas con nombres eufemísticos como “flexibilización” y “desregulación”, pero en realidad eran medidas para apoderarse del aparato productivo y ponerlo al servicio de grandes capitalistas a través de la bolsa de valores. Una de las medidas más drásticas que se tomó entonces fue la renuncia de Estados Unidos al patrón oro, es decir, que ya no se comprometía a respaldar en oro las divisas que emitía. Ahí fue cuando se inició la crisis del dólar.
– ¿Esa era derecha radical ya era fascista o llegó a serlo? ¿Qué rasgos la definirían como tal?
Eso fue fraguando. Pero ya en esa época era evidente el rasgo fundamental que define el fascismo: la acumulación violenta del capital. El fascismo se expresa en el neoliberalismo más salvaje, que desmonta cualquier regulación y recurre a prácticas especulativas a la que subordinan toda la economía. Y en eso va muy vinculado a la guerra. De hecho, durante el Gobierno de Nixon, el Estado emitía bonos para financiar la guerra de Vietnam al tiempo que emitía dólares inorgánicos. Esto generó una crisis seria, porque esos papeles no tenían ningún valor real. Eso es otro rasgo fundamental del fascismo en lo económico, la guerra como negocio y como vía de apropiación de riquezas qué se convierten en capital.
– Entonces, Obama un agente de la derecha fascista o está atrapado por esos factores de poder?
Él es el resultado de un acuerdo entre esos factores que permitieron que llegara a la Presidencia. Recuerda que la crisis era muy grave y la gente lo veía como un nuevo Franklin Rooselvet. Creían que podía hacer un nuevo milagro como el que en la década de los 30 sacó al país de la gran depresión. Pero en realidad él venía a continuar una política que ya estaba diseñada por los llamados halcones de la Administración de George W. Bush.
– ¿Qué le hace pensar eso?
Para empezar, su plan de rescate de la economía es en realidad un plan de Bush, que originalmente contemplaba una inyección de 700 millones de dólares y él lo aumentó a 825 millones y luego a un billón. Ese dinero fue inyectado a la banca, pero no a toda la banca, sino a un sector. Obama prometió tarifas eléctricas y seguro médico baratos, escuelas, millones de puestos de empleo, pero en los hechos lo que ha hecho es favorecer a un grupo de banqueros, con lo que fortalece el monopolio. A esto hay que sumarle el nombramiento de Hillary Clinton en la Secretaría de Estado, que fue el primer indicio claro de que Obama llegó al poder por un arregla de la derecha fascista.
– ¿Pero entonces, Hillary Clinton es una “halcona” de Bush? ¿Eso explicaría que ahora sea Secretaria de Defensa?
Yo creo que sí. Y tú mismo acabas de redondear la idea: primero se ocupó de la política exterior de Estados Unidos y ahora se ocupará directamente de la guerra. Pero hay que recordar que Obama también llamó a Allan Greenspan a integrar su equipo. Greenspan venía de ser presidente de la Reserva Federal en el Gobierno de Ronald Reagan, y es uno de los responsables de la crisis financiera actual. Además, nombró como su asesor de alto nivel a Zbigniew Bersszinki, uno de los principales ideólogos que tuvo el régimen de Reagan.
– ¿Hillary Clinton puede ser la candidata que le dispute la Presidencia a Obama?
(Risas) Bueno, habría que ver. Pero eso es secundario, la derecha que controla el Gobierno puede catapultar a quien sea. En verdad les da lo mismo.
– Con una mayoría republicana en el Congreso, ¿qué puede esperar Venezuela?
Ante esa pregunta hay que aclarar que la política estadounidense hacia Venezuela no iba a variar mucho si Obama hubiese conservado la mayoría. Cuando Dwight Eisenhower dejó la Presidencia dijo: “El Presidente de Estados Unidos no gobierna a su país”, porque siempre iba a estar entrampado entre el poderoso aparato militar y las corporaciones. Se le olvidó mencionar a Wall Street.
– ¿Y qué podríamos esperar?
Estados Unidos no va a cambiar su política, como te decía, que es una sola a escala global. Su objetivo son los territorios energéticos, como Afganistán e Iraq, ricos en gas y petróleo. Pero también van por los “comodities”, que son las materias primas y los recursos estratégicos. Por eso van a endurecer su posición en África, ya que necesitan una economía real,. Es decir, bienes tangibles que se puedan explotar. La economía financiera especulativa, que se basa en un mercado de papeles sin respaldo real ya no puede alimentarse por mucho más tiempo del aparato productivo de las naciones industrializadas. Venezuela tiene que prepararse para los efectos del proceso de expropiación de territorios y recursos, que va a recrudecerse, porque la que caracteriza al capitalismo de hoy es un proceso de apropiación y re-acumulación violenta de capital. Y eso es lo que define al fascismo.