El presidente boliviano, Evo Morales Ayma, destacó este sábado que gracias a la nacionalización de los hidrocarburos en su país, en mayo del 2006, “ha dejado de ser un Estado mendigo y va camino a la consolidación de su desarrollo”.
Así lo manifestó durante un acto de entrega de recursos económicos para el desarrollo a varios Municipios de la provincia Sud Yungas de La Paz, donde además enfatizó que en el pasado los Gobierno viajaban a Estados Unidos y a otras naciones a tramitar recursos que les permitan pagar aguinaldos.
«La Bolivia de hoy no precisa hacer eso porque desde enero de 2006 ha puesto en marcha un programa económico para que los recursos obtenidos de las riquezas nacionales sean invertidos en el país y beneficien a los bolivianos y no salgan al exterior», apuntó.
Señaló que todos los pasos que ha dado el Gobierno han sido en cumplimiento de los mandatos de la Constitución y del pueblo que dio su voto para que la nación andina lleve adelante un proceso de profundas transformaciones estructurales.
Sostuvo que, en el pasado, del total de inversiones públicas, un 70 por ciento provenían de créditos y solamente el 30 por ciento eran de las arcas naciones.
«Hoy, las inversiones públicas provienen en un 70 por ciento de los recursos nacionales y solamente un 30 por ciento de los créditos y donaciones del exterior», puntualizó.
Detalló que a ello se suma a que las inversiones se han incrementado cada año que pasa. «El año 2005 las inversiones públicas no llegaron a los 600 millones de dólares, mientras que este año alcanzarán a 3.600 millones de dólares destinados a fomentar programas de desarrollo económico y social».
Señaló que Bolivia ha dado pasos importantes desde enero de 2006, una vez que desde ese año ha superado el déficit fiscal que se arrastraba desde 1940.
Otro de los puntos destacados por el Presidente fue el incremento de las reservas monetarias internacionales que, desde 2005 pasaron de 1.700 millones de dólares a más de 11.000 millones.
Enfatizó que por esos logros, Bolivia ha dejado de ser un país mendigo y es vista con admiración y respeto por la comunidad internacional.