La deuda de las entidades financieras españolas con el Banco Central Europeo (BCE) se redujo en febrero último a 271 mil 840 millones de euros, su sexto descenso mensual consecutivo, informó este jueves el Banco de España.
Esta cifra, que refleja la capacidad de la banca nacional para obtener liquidez en los mercados mayoristas tradicionales, en lugar de recurrir al BCE, representa 26 mil 824 millones de euros menos que el importe contabilizado en enero.
Esta cuantía es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al instituto emisor europeo, como consecuencia de la financiación que el organismo les concedió previamente.
Los pedidos de financiación de las entidades al supervisor comunitario empezaron a disminuir en septiembre de 2012, tras alcanzar un máximo de 388 mil 700 millones de euros en agosto.
La tendencia en la reducción de la apelación al BCE comenzó precisamente en septiembre del pasado ejercicio.
Entonces, la autoridad monetaria del llamado Viejo Continente se comprometió a actuar para reducir los costes de financiación, al anunciar un programa de compra de deuda soberana, condicionado a que los países en dificultad lo solicitaran.
En febrero, la deuda de los bancos españoles con el BCE se redujo un 8,9 por ciento en relación con el mes anterior, y cayó a su nivel más bajo desde abril de 2012.
No obstante, sigue siendo elevada respecto a la media histórica: hace un año, estas obligaciones eran sólo de 152 mil 400 millones de euros, y en abril de 2011 alcanzaban apenas los 42 mil 200 millones.