Un total de 259 embarcaciones que eran utilizadas en la pesca de arrastre están desincorporadas, según cifras manejadas por las autoridades del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (Minamb), luego de que en el año 2008 fuera publicado el Decreto 5.390 que elimina este tipo de actividad, por parte del Gobierno Bolivariano, para la conservación del medio marino.
De esos barcos, unos quedaron fuera de funcionamiento, otros se destinaron a la pesca artesanal y algunos se hundirán para utilizarlos como arrecifes artificiales, con el fin de convertir esos pasivos ambientales (barcos) en dispositivos de agregación de biomasa (seres vivos).
La pesca artesanal emplea las técnicas con nasas, líneas de manos con anzuelos o el sistema de palangre, al contrario de la retropesca (arrastre), que utiliza grandes redes sumergidas en las profundidades, lo cual ocasiona que se capturen otras especies aparte de las buscadas, ocasionándoles la muerte.
Uno de los beneficios de la eliminación de la retropesca es la recuperación de la biodiversidad en el lecho marítimo, el incremento de fauna marina, y como reza el artículo 13 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley incrementa la producción de pequeños pescadores y acuicultores (cultivo marino).
La Dirección Técnica de Zonas Costeras del Minamb, junto al Instituto Socialista de la Pesca y Acuicultura (Insopesca), son las instituciones encargadas de velar por el proceso, para que Venezuela sea territorio libre de la pesca industrial de arrastre.