El fin del papado de Benedicto XVI estuvo este jueves en el centro de las miradas de líderes políticos y religiosos, mientras millones de fieles en numerosos países brindaron muestras de respeto al pontífice.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, estuvo entre los mandatarios latinoamericanos que se despidieron del Obispo de Roma, al agradecer los gestos de aprecio hacia su país en sus casi ocho años de pontificado y desearle salud en su nueva fase.
Gesto similar tuvo el jefe de Estado colombiano, Juan Manuel Santos, quien recordó que el papa siempre estuvo pendiente de su nación y la llevó en sus oraciones, mientras lo despidió con reverencia y agradecimiento.
Por su parte, la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, participó junto a la Conferencia Episcopal de su país en una misa especial por Benedicto XVI, quien inició su papado el 19 de abril de 2005 y el 11 de febrero pasado anunció su decisión de renunciar.
En ese acto, celebrado en la catedral católica de Berlín, Saint Hedwig, el arzobispo Robert Zollitsch expresó que los ocho años del papado de Benedicto XVI se caracterizaron por la profundidad teológica y la amplitud intelectual.
Mediante un mensaje en el diario Osservatore Romano, el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, consideró que Benedicto XVI tuvo un gesto de extraordinario significado histórico y le agradeció su labor al frente de la Iglesia, a la que Joseph Ratzinger dijo renunciar por razones de edad y de fuerzas.
Asimismo, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, de visita hoy en Italia como parte de una gira europea, agradeció el liderazgo del Obispo de Roma en su nombre y en el del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
En el momento de oficializarse la renuncia del pontífice, a las 19:00 GMT, las campanas de todas las parroquias católicas de Guatemala comenzaron a repicar para despedir a Benedicto XVI, al tiempo que las misas celebradas este jueves estuvieron dedicadas a rezar por su salud.
Los últimos momentos del Vicario de Cristo fueron seguidos de cerca en Argentina por los fieles de la catedral del centro de Buenos Aires, donde el sacerdote en la misa de la tarde anunció el fin del pontificado y el profundo silencio que debe haber hasta la elección de un sucesor.
En Colombia, la Conferencia Episcopal pidió a las casi cinco mil iglesias de todo el país que hicieran sonar sus campanas a la hora local en que el papa dejó su puesto, como gesto de agradecimiento.
Desde Ecuador el arzobispo de Quito, Fausto Trávez, reconoció no haber entendido al principio la renuncia, pero dijo que tras analizarla la considera un gran acto de humildad, en una eucaristía de acción de gracias a quien desde ahora recibirá los títulos de Papa Emérito o Pontífice Romano Emérito.
Al mismo tiempo, templos católicos de Estados Unidos abrieron sus puertas para que los devotos acudieran a orar ante la culminación del papado, mientras en la catedral San Patricio de Nueva York se celebró una misa por la elección del nuevo Santo Padre.