Las entradas están a la venta en las taquillas del TTC|Después de 19 años Don Quijote volverá a subirse sobre las tablas de la Sala Ríos Reyna

En agosto de 1994 fue la última vez que se presentó en Venezuela, específicamente en Teatro Teresa Carreño (TTC), la versión creada para ballet de Don Quijote, una pieza del repertorio clásico internacional creada originalmente en 1869 por el coreógrafo francés Marius Petipa, con música del austríaco Ludwig Minkus.

La presentación que tuvo lugar hace 16 años fue una versión, con base en la original, creada por el maestro Vicente Nebrada, para entonces director artístico del cuerpo de baile del TTC.

Ahora el proyecto se retoma para presentarlo nuevamente en la Sala Ríos Reyna, los días 18, 19 y 20 de octubre, con una versión igualmente fundamentada en el trabajo de Petipa, pero en esta oportunidad enriquecida o aderezada con aportes de la coreógrafa venezolana Laura Fiorucci, directora artística del montaje junto a Cristina Fungariño.

Fiorucci, que ha hecho coreografías breves, confesó al Correo del Orinoco que esta es su primera obra de esta magnitud, de más de dos horas de duración, dividida en tres actos. “Estoy nerviosa pero muy contenta de asumir este reto, porque además es mi versión, basada en la original, de este ballet que es muy alegre”, describió.

La versión en ballet del clásico literario de Miguel de Cervantes está inspirado en los capítulos 19, 20 y 21 de la obra publicada por primera vez en 1605. De tal manera que el argumento de la historia narrada en la coreografía se concentra en los amores de Kitri, la hija del tabernero Lorenzo, con Basilio, el barbero.

A decir de la directora artística, se trata de una obra desprovista de drama que, por el contrario, se acerca a la comedia. “Es un espectáculo para que la gente salga feliz, eso es lo que queremos”, adelantó.

En el primer acto, de aproximadamente 50 minutos, el Ingenioso Hidalgo llega con su escudero a una plaza, que sirve de contexto para introducir la historia, tanto la del Quijote como la de la pareja central de la historia.

En la segunda parte es donde ocurre la famosa escena en la que el popular personaje creado por Cervantes lucha con los molinos de viento. En este acto Kitri, huyendo de su padre y de un compromiso arreglado para que se case con el adinerado Camacho, se fuga con su amado Basilio.

Finalmente, en la última gracias a la colaboración de Don Quijote y Sancho Panza, Basilio simula un prolongado suicidio. Al borde de la muerte, el barbero le hace la última petición a Lorenzo de casarse con su hija.

La coreógrafa reveló que para esta nueva versión de la pieza clásica, decidió usar música que nunca antes se ha escuchado en Venezuela. “Aunque siempre se presenta en tres actos, Mikus hizo música para cinco actos, entonces hay partes de esa obra musical que usualmente no se usa”, pero se van a escuchar en este montaje preparado por el Ballet Teresa Carreño.

En este sentido, se contó con la colaboración de Ruta Butviliene, directora artística del Ballet Nacional de Lituania y exprofesora de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte), quien envío unas partituras originales.

Fiorucci también destacó el apoyo del maestro Rodolfo Sanglimbeni, músico que además de dirigir a la Orquesta Municipal de Caracas en la presentación de Don Quijote, organizó y le dio coherencia a la música.

“Yo no soy músico y le pedí el apoyo al maestro Sanglimbeni, que tiene muchos años ligado al mundo de la danza y es un artista estupendo. Además de darle un orden se ofreció a orquestar parte de la obra de Mikus. Todo ha sido muy bonito, hemos tenido mucha colaboración, especialmente de todo el personal técnico del teatro”, apuntó la directora que se inició como bailarina a los 15 años en el TTC.

Aun cuando es un montaje de gran envergadura que implicaría gastos considerables y grandes esfuerzos de producción, Laura Fiorucci, informó que la pieza se está hace con recursos materiales “reciclados” existentes en el TTC.

“El teatro ya tenia vestuario y otros elementos. Entonces procuramos usar todo lo que hay, porque producir esta obra desde cero es muy costosa y si ya tenemos algo vamos a usarlo, modificarlo un poco para que quede bien”, declaró la artista.

En cuanto a la escenografía, se prefirió el uso de telones en lugar de estructuras, con el propósito de trasladar el montaje hacia otros espacios. Fiorucci anticipó que existe la intención de trasladar Don Quijote a otros espacios como el Teatro Nacional. Probablemente esto sea para el año que viene, por razones de tiempo y logística.

Igualmente, según apuntó la coreógrafa, existe la posibilidad de llevar esta y otras piezas del repertorio del Ballet Teresa Carreño a escenarios del interior del país que cuenten con las condiciones para montarlos.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Roberto Gil