La expresión religiosa cumple 265 años|Los Diablos Danzantes de Yare se rendirán nuevamente ante el Santísimo Sacramento

Nuevamente, y tal como ha sido tradición desde hace 265 años, los Diablos Danzantes de Yare se rendirán el próximo jueves ante el Santísimo Sacramento.

El bien derrotará al mal y la lluvia caerá sobre esta población tuyera, como esperan los dos mil promeseros que integran la Cofradía del Santísimo Sacramento de los Diablos Danzantes de Yare. Este año se rendirá homenaje al segundo capataz José Antonio Palma.

El pasado martes comenzaron las novenas que se realizarán hasta el próximo miércoles. En el municipio Simón Bolívar también comenzaron ese día los primeros toques del tambor.

Sandra Palma, tesorera de la Cofradía del Santísimo Sacramento, indicó que en años anteriores comenzaban un mes antes, no obstante, en reuniones con los cajeros oficiales se decidió rescatar la tradición original de hacerlo nueve días antes del Corpus Christi.

Los toques de tambor se realizan alrededor del mediodía en el salón de baile Amador Díaz de la cofradía, ubicada en el casco central de San Francisco de Yare. Los promeseros asisten con una vestimenta ordinaria.

Palma señaló que este año la actividad religiosa promoverá la paz y la vida: “La junta directiva ha hecho un gran trabajo de integración con todas las personalidades del municipio para unirnos en pro de la paz, de la vida, del amor y de la lluvia. Seguro que el 19 ya tendremos nuestro palito de agua”.

Invitó a los turistas que “vengan con una visión netamente religiosa, que nos olvidemos del licor y que acentuemos nuestra fe a la paz, a la vida, al respeto y a la solidaridad que en estos momentos nos hacen muchísima falta”.

Azuaje comentó que la casa de la cofradía fue restaurada por Corpomiranda, gracias a las gestiones del canciller Elías Jaua, el protector de Miranda. Hoy será reinaugurada la edificación.

Además, hoy el Consejo Legislativo Bolivariano de Miranda entregará la Orden Manuel “Mocho” Sanoja en su única clase a 15 personalidades del municipio Simón Bolívar.

LLUVIA Y PROMESA

El primer capataz Pablo Azuaje refirió que la manifestación religiosa se remonta al año 1749: “Es una tradición que la hemos mantenido y queremos que las futuras generaciones también la mantengan”, sin que sea distorsionada.

Refirió que esta expresión religiosa comenzó cuando en 1749 ocurrió una fuerte sequía en San Francisco de Yare y los habitantes “le pidieron al Santísimo Sacramento que lloviera”.

Los terratenientes se comprometieron a darle el día libre a los negros esclavos, indios y mulatos que trabajaban en las haciendas para que lloviera y no se perdieran las cosechas.

Apuntó que años antes, en 1742, ocurrió una rebelión de los esclavos y los insurgentes fueron castigados: “Los dueños de las tierras decidieron dar el día libre a los esclavos el día de Corpus Christi como pago por la promesa, con tal de que lloviese”.

Efectivamente, cayó un aguacero y fue así “como de generación en generación, hasta nuestros días, siempre llueve el día de Corpus Christi”.

Ahora las promesas también se hacen “en pago por alguna enfermedad, o por algún hecho importante”.

PROGRAMA

El miércoles 18 de junio el primer capataz, acompañado por la diablada, solicitará permiso al padre Ángel Castillo a las puertas de la iglesia de San Francisco de Yare para danzar.

Azuaje anunció que en ese momento solicitará al cura que sea juramentada la primera capataz Isabel Palma, quien ostenta esta jerarquía luego del fallecimiento de Petra Rafaela González.

Explicó que el ritual de solicitud de permiso es un requisito indispensable: “Estamos vestidos de diablo y vamos a la iglesia. Es un contraste. En la iglesia pedimos permiso al cura párroco para que nos llene de agua bendita y no se nos meta el maligno. También le pido permiso para visitar los 42 altares del día miércoles, y los 42 altares del día jueves” que prepararán las familias en diversos sectores de Yare.

El próximo miércoles los diablos saldrán de la cofradía a las 11:45 am para dirigirse hacia la iglesia y estar frente al portón del templo a las doce en punto. Con sus máscaras, danzarán al ritmo de la caja hasta que el párroco abra las puertas. En ese momento las máscaras caerán en señal de respeto hacia el Santísimo Sacramento.

Los promeseros nunca entran a la iglesia. El primer capataz pide el permiso y el cura le permite la visita a los altares: “Me lee la cartilla, me dice ‘pórtense bien, cumplan su promesa’”.

Al día siguiente, la diablada se dirigirá a las 8:00 am, junto a varios sacerdotes, al cementerio para rendir tributo a los promeseros fallecidos “para que el Señor los ilumine, y si están en el Purgatorio, los saque para llevarlos a su mano derecha”. En ese momento danzarán con sus máscaras puestas.

Luego bailarán por las calles de Yare hasta llegar a la iglesia, donde se celebrará a las 10:00 am la santa misa oficiada por monseñor Freddy Fuenmayor, Obispo de Los Teques, acompañado por el cura párroco Francisco Mijares y otros sacerdotes. En la liturgia participarán los Niños Cantores de La Victoria.

No se tiene previsto que se juramenten nuevos promeseros porque este año la parroquia eclesiástica no pudo dictar las charlas.

AL MEDIODÍA SE HARÁ LA PROCESIÓN CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Azuaje subrayó que para ser promesero debe pagarse la promesa “al Santísimo Sacramento y no al diablo. Por lo tanto, debe estar debidamente preparado eclesiásticamente para que sea juramentado como nuevo promesero”.

El domingo 22 de junio se realizará la octavita con la visita de altares en el casco central de San Francisco de Yare, que culminará con un brindis y un sancocho en la cofradía.

LOS CACHOS MARCAN LA JERARQUÍA

Azuaje explicó que en lo alto de la jerarquía está el primer capataz que lleva una máscara de cuatro cachos.

El cargo de segundo capataz lo ostenta José Antonio Palma, mientras que Cruz Alexis González es el tercer capataz. Ambos llevan máscaras con tres cachos del mismo tamaño.

Luego vienen los seis arreadores con caretas de tres cachos, pero el del medio es más delgado. Los asistentes de arreadores ostentan máscaracas con tres cachos pero el de medio es de menor tamaño. A los promeseros solo se les permite lelvar máscaras con dos cachos.

LA DANZA

Herrera Sánchez explicó que la danza de los diablos consta de cuatro pasos.

En el tambor se toca la caja que tiene cuatro toques básicos que corresponden a cuatro pasos de baile.

En el corrido se le permite al promesero tener la libertad “de mover los pies como mejor le parezca”.

El escobillado, “que proviene de la fandanguilla española y consiste en girar rápidamente los pies hacia atrás”, lo ejecutan todos los promeseros a la vez.

Mientras que el pago de la promesa se ejecuta cuando la caja está en reposo “y suena tan, tan”. Explicó que este es el momento de oración: “Nos arrodillamos con la rodilla derecha, nunca con la izquierda, o en su defecto con las dos. Es el momento en que nos persignamos, le damos gracias al Santísimo por el favor concedido. Aprovechamos de hacer una nueva petición”.

También está el paso de la bamba que es ceremonial “porque el cajero lo ejecuta solamente cuando bailan los capataces y los arreadores”.

En la lengua africana quicongo la palabra bamba significa agua. Este paso se toca frente a la iglesia y los altares, no en la calle.

Indicó que los capataces son los que más bailan en los días de Corpus Christi: “Deben bailar dos veces en cada altar porque abren y cierran el altar”.

Aclaró que las mujeres no bailan en la calle “ni en cualquier altar”.

Refirió que bailan con el permiso del primer capataz y de la primera capataz, ya sea frente a la iglesia o ante altares mayores como las cruces del Empedrado, de El Calvario y de El Arbolito: “Si lo autorizan, entonces las promeseras le piden una máscara prestada a los hombres”.

No pueden danzar en la calle: “La promesa formal de las mujeres es acompañar a los diablos, estar pendiente de los pequeños, repartir la comida y el agua. Es la promesa que ellas adquieren cuando se juramentan”.

TALLERES

Sandra Palma, además de tesorera de la Cofradía del Santísimo Sacramento, es docente el Centro de Educación Integral Bolivariano Los Indios.

Informó que entre el 9 y el 13 de junio se dictaron talleres de elaboración de máscaras e historia de los diablos, así como un curso de sensibilización para la atención de los turistas a los estudiantes de 24 escuelas del municipio Simón Bolívar.

“Esta es una actividad enmarcada en el plan de salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, puesto que la cofradía tiene que difundir la manifestación, salvaguardar nuestra tradición, nuestra manifestación religiosa

para que los niños conozcan por qué pagamos la promesa, a qué nos debemos y de que no somos satánicos”.

Refirió que “hay muchos docentes y muchas instituciones que no tienen el conocimiento exacto porque no vienen al seno de la cofradía, sino que lo buscan por internet y allí la información es muy vaga”.

Indicó que el propósito es “que de cada escuela asistan cinco alumnos que posteriormente replicarán los talleres en sus aulas; la intención es que estos talleres se propaguen por todos los municipios tuyeros”.

A su vez, Francisco José Herrera Sánchez, coordinador de cultura del municipio Simón Bolívar, fue el responsable de los cursos de máscaras, actividad que fue promocionada por la cofradía “para la defensa y divulgación de la manifestación de los Diablos”.

Herrera Sánchez recalcó que los miembros de la cofradía se han propuesto divulgar la tradición “para que nuestros niños, que son los hombres y mujeres del mañana, tengan el conocimiento de buena fuente de cómo se elabora una máscara”.

También se les explicó la jerarquía dentro de la diablada.

Dijo que aprendió a fabricar las caretas con Manuel “Mocho” Sanoja. Actualmente en San Francisco de Yare están los talleres de José Manuel Sanoja, los hermanos Morgado, Diego Ramírez, Oscar “Patiai” Márquez y Los Primos. Mientras que en el sector El Arbolito las fabrican las familias en sus hogares.

T/ Janet Queffelec Padrón
F/ José Luis Díaz

Soy devota del santisimo sacramento, hice un promesa por un problema personal y quiero saber como puedo participar. Gracias