En esta oportunidad, cedemos el espacio a un camarada abogado que efectuó un estudio sobre la Constitución guyanesa, perspectiva que ha sido muy poco desarrollada hasta ahora:
«El territorio Esequibo adquirió notoriedad internacional por las riquezas minerales apetecidas por trasnacionales que usan a Guyana para enfrentar a Venezuela.
“Analicemos. Guyana: Según su Constitución (1980), es un Estado secular, indivisible, democrático, soberano, en transición del capitalismo al socialismo, y donde cada persona tiene derecho a una vida feliz, creativa y productiva, libre de hambre, enfermedad, ignorancia y necesidad, sin discriminación, reconoce derechos a la vida, seguridad personal, libertad, de conciencia, de expresión, reunión y asociación; protección a intimidad de su hogar y otros bienes.
“Hoy Guyana tiene una gestión inconstitucional e inversa a su Ley Fundamental, desesperada por vender riquezas, ajenas, a trasnacionales. También es el único país de Suramérica con leyes penales para homosexuales, y transexuales, Apartheid de género, con lo cual el derecho a una vida feliz ha sido limitado por el Estado guyanés, que la prevé en papel, aunque en la práctica es una sociedad que privilegia discriminaciones contra su gente, inculcadas por británicos a través de «leyes buenas» que prescribieron a su colonia antes de liberarla.
“Venezuela: Es libre e independiente según su Constitución (1999), basa su patrimonio moral y valores en la Doctrina de Bolívar; es un Estado democrático y social de derecho y de justicia que tiene como valores: vida, libertad, justicia, igualdad, solidaridad, democracia, responsabilidad social y preeminencia de DDHH civiles, políticos, sociales y de familias, culturales y educativos, económicos, para pueblos indígenas y ambientales.
“Desde 1999 los programas de gobierno, ratificados por el pueblo y convertidos en leyes, han implementado misiones sociales reconocidas por Cepal, Unicef y Unesco, para reducir desigualdades.
“Dialécticamente es más ventajoso apoyar la vigencia de la Constitución de Venezuela al oeste del Río Esequibo, más inclusiva en DDHH con políticas para abatir desigualdades, que mantenerse bajo la Constitución guyanesa que declara pocos derechos formales, sin políticas inclusivas, pero válida para entrega a trasnacionales.»