República Dominicana y Haití discuten este miércoles una estrategia común para enfrentar la epidemia del VIH-Sida y reducir el índice de incidencia en ambos países.
La reunión es auspiciada por el Consejo Nacional para el VIH y el Sida (Conavihsida), el Programa de VIH del Ministerio de Salud de Haití y el Centro de Orientación e investigación Integral (COIN).
Según estimaciones oficiales, la prevalencia del VIH en la parte dominicana es de 0,8 por ciento y de 2,0 en la haitiana.
El doctor Víctor Terrero, director ejecutivo del Conavihsida, expresó el interés de las dos naciones de impulsar acciones conjuntas para prevenir nuevas infecciones, responder a las ya existentes y detener el estigma y la discriminación.
El funcionario afirmó que a Haití y Dominicana le acechan cada día los mismos problemas y desafíos relacionados con la epidemia del VIH.
«Altas tasas de prevalencia, nuevas infecciones, estigma y discriminación y demandas en la atención integral, son parte de la problemática asociada a la enfermedad», precisó.
En el contexto del encuentro, Terrero propuso dejar instalada una mesa técnica de trabajo con funcionarios y representantes de la sociedad civil para dar seguimiento a los protocolos binacionales acordados.
Según el reporte de ONUSIDA 2018, en el Caribe hay 340 mil personas que viven con VIH.
«Este evento es una oportunidad para abordar la problemática que plantea la epidemia en forma integral y con una perspectiva común», dijo.
Refirió que, como parte del Programa Nacional de Atención Integral, el sistema de salud dominicano ofrece servicios a la población de migrantes, así como a otras poblaciones vulnerables, en general.
Santo Rosario, director del COIN, planteó la necesidad de fortalecer las intervenciones en ambos países, dada la relación directa de sus poblaciones.
El oficial de proyectos del Programa de VIH del Ministerio de Salud de Haití, Alande Samedi, dijo que el interés de su gobierno es lograr el control binacional de la epidemia, fortaleciendo las acciones nacionales.
Informó que las autoridades haitianas y la sociedad civil trabajan en la creación de un observatorio para enfrentar los problemas de estigma y discriminación.