Dramaturgia desde la marginalidad comienza en la GAN

La Dramaturgia del acuyá (el sentido de la liminalidad), es el título del taller que ofrecerá, a partir de este jueves y hasta el jueves 15 de junio en el Nivel I de la Galería de Arte Nacional (GAN), el investigador y docente Pablo García Gámez, dramaturgo venezolano que propone un proceso creativo desde el contacto estrecho y multisensorial con el entorno.

Luego de 25 años en Nueva York, García Gámez acumula una amplia experiencia en el ambiente del teatro marginal de la Gran Manzana, ese que tiene lugar en comunidades con mayor concentración de población hispana.

AL LADO DEL CAMINO

En ese contexto y con base en la investigación y la observación, García Gámez ha sistematizado los principios para desarrollar, con los elementos que ofrece esa perspectiva colateral, un proceso creativo que permita reinterpretar esa marginalidad en función de plasmarla en un teatro cercano a la realidad social y a los protagonistas naturales del entorno.

En conversación con el Correo del Orinoco, García Gámez explicó que en Nueva York la cultura hispana “es algo que está al margen”. En tal sentido, el teatro en español es visto más como un hecho social que como una expresión artística.

“En cualquier lugar del mundo cuando la gente piensa en teatro en Nueva York, piensa en Brodway. Yo no trabajo en ese ambiente, ni siquiera en el off off Brodwaya, sino en lugares donde se concentran comunidades hispanas. Estamos hablando de una población inmensa que habla español pero que quizás su lengua materna es zapoteca, náhuatl o quechua. Entonces es necesario crear una estrategia para agrupar a ese grupo y atraerla al teatro sin tener una tradición de ir al teatro en términos eurocétricos”, comentó el docente y dramaturgo.

Con todas estas vivencias conjugadas con su formación académica, el dramaturgo e investigador diseñó una serie de ejercicios para que el creador del texto dramático establezca un contacto con sí mismo, con el entorno, y la relación entre ambos para identificar y tomar los elementos que pueden configurar una obra teatral.

ACENTO EN LA PRÁCTICA

A diferencia de un taller similar que ofreció en julio del año pasado igualmente en la GAN, este tendrá un menor contenido teórico y pondrá el acento en lo práctico. En un primer momento explicará el concepto de la Dramaturgia del acuyá, relacionado con la creación desde el desarraigo que sufre el inmigrante, de ese “extrañar la casa” y evocar las influencias del terruño para combinarla con las nuevas experiencias en el lugar que lo recibe.

Igualmente el facilitador expondrá como base teórica la propuesta del Carnaval acuñada por el ruso Mijail Batjín, basada en la inversión de roles sociales en la edad media durante las fiestas carnestolendas.

Para iniciar la parte práctica, García Gámez tiene previsto guiar un ejercicio vinculado con lo que él llama la “escritura automática” consistente, en este caso, en identificar la primera imagen que se le venga a la mente al participante al pensar en la ciudad.

Si después de un estado de relajación “se te viene determinada imagen en primer lugar, es por alguna razón, algo representa para ti. Probablemente con esa imagen salga algún personaje de la periferia que trabajaremos desde el primer día pensando en llegar al final del taller a una obra corta”, anticipó el dramaturgo.

A CAZAR MUSAS

Otro ejercicio del taller consistirá en salir a la calle a percibir sus olores, observarla y escucharla con los sentidos lo más abiertos posible y con atención a los detalles y disposición a dejarse sorprender.

La idea, aclaró el investigador, es demostrar que en la ciudad hay muchos estímulos para escribir y desmontar la idea de la necesidad de “esperar a las musas” para escribir.

Para ser dramaturgo, insistió el escritor, no hay que esperar que lleguen las musas, sino estar en contacto con la realidad, con el mundo, con lo que pasa a nuestro alrededor, dejar de lado los estereotipos.

La dramaturgia “tiene que ser algo más orgánico, en el sentido de que no se vuelva tampoco un panfleto, porque sino no te puedes comunicar con los demás. Tienes que ver lo que pasa y procesarlo desde tu interioridad, tus ideologías, de una manera honesta. No puedes escribir algo sobre la plaza Bolívar si no te gusta ir para allá”, consideró García Gámez.

En líneas generales, el taller tiene tres objetivos fundamentales. En primer lugar, identificar y ubicar los elementos, las marcas de marginalidad en nuestro contexto, sin convertirlas en estereotipos. El segundo es dejar en claro que, como decía José Ignacio Cabrujas, para escribir es necesario “aplastar las nalgas” con lápiz y papel o frente al teclado de una computadora. Si se esperan las musas, se corre el riesgo de quedarse embarcado. Finalmente, el tercer objetivo es dar a entender la importancia de registrar el contexto que nos rodea con todos nuestros sentidos.

VIEJA HERIDA

Por supuesto, la idea del taller es que salgan varias piezas cortas o al menos los bocetos para desarrollarlas. Del taller del año pasado, García Gámez no tiene claro si las ideas que ahí germinaron se convirtieron en textos dramáticos. No obstante, esa experiencia le sirvió para crear una historia que incluso se estrenó en la más reciente edición del Fuerza Fest que se realizó en el Centro Cultural Julia de Burgos en Nueva York.

Vieja herida, como se llama la obra, trata sobre Caracas y cómo esta urbe puede ser agresiva “pero la sigues queriendo, sigue generando momentos de sonrisa, de paz. Se trata de esa relación que mantienes con la ciudad, sus elementos, sus detalles, como por ejemplo los semáforos que son como grandes adornos de esta ciudad con la que mantienes una relación de amor-odio”, describió García Gámez.

Quienes deseen participar en el taller, lo ideal es que asistan a la GAN antes de las 10:00 am, sin embargo, el facilitador admite que se incorporen hasta mañana con el compromiso de que los rezagados se pongan al día con los ejercicios aplicados durante la actividad.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Miguel Romero