La economía española cayó 0,4 por ciento en el tercer trimestre de 2012 y continuó con su trayectoria de contracción iniciada hace un año, informó este martes el Banco de España.
La información coyuntural disponible, todavía incompleta, indica que el Producto Interno Bruto (PIB) retrocedió a una tasa intertrimestral de 0,4 por ciento, similar a la del segundo trimestre, indicó la institución central en su más reciente boletín económico.
En términos interanuales, el descenso ganó fuerza entre los meses de julio y septiembre, al caer el PIB 1,7 por ciento frente al descenso del 1,3 por ciento registrado en el período abril-junio.
El organismo supervisor precisó que el desplome del consumo del sector privado se atenuó gracias al plan de pago a proveedores y al adelanto de compras antes de la entrada en vigor del incremento del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), el pasado 1 de septiembre.
La demanda nacional (consumo e inversión) mantuvo un tono de notable debilidad, si bien la tasa de variación estimada (-1,2 por ciento) fue algo menos negativa que la del trimestre anterior, debido a la anticipación de decisiones de gasto ante la subida del IVA, remarcó.
No obstante, prevé que a finales de año el consumo vuelva a una trayectoria descendente, con la eliminación del efecto «amortiguador» por el adelanto de compras, sobre todo de bienes duraderos, y al impacto sobre la menor renta disponible por la disminución de los salarios.
Cuarta economía de la zona euro y con casi seis millones de desempleados, España volvió a la recesión a finales de 2011 y registró en el primer trimestre de 2012 un retroceso del PIB de 0,3 por ciento.
En apenas 10 meses de gestión, el gobierno del derechista Partido Popular puso en marcha un duro programa de austeridad para ahorrar unos 150 mil millones de euros hasta 2014 y reducir su déficit público.