Con énfasis en cerrar las brechas y desigualdades sociales|Ecuador destaca ejes de inversión pública para 2013

El gobierno ecuatoriano reiteró los tres ejes que regirán la política pública de inversión en el país durante el próximo 2013 y los años posteriores, con énfasis en cerrar las brechas y desigualdades sociales.

La subsecretaria de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) Ana María Larrea precisó los ejes como: iniciar el cambio de la matriz productiva, cerrar las brechas y desigualdades y conseguir el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos en los territorios.

Recordó Larrea que el siguiente es un año marcado por el cambio de gobierno, y hacia la segunda mitad del año se tendrá que actualizar este plan con el nuevo Gobierno que resulte electo en los comicios del 17 de febrero.

Si se trabaja con fuerza en los territorios en el tema de agua potable, se reducirán a la mitad las brechas, afirmó al analizar la igualdad y pobreza medida por las necesidades básicas insatisfechas, y el sentido de la articulación entre el gobierno central y los locales.

Ecuador cuenta con mayor información que en el pasado en temas de desigualdad, lo cual será reflejado en un «Atlas de las desigualdades» que la Senplades publicará en enero.

De manera global, explicó, el analfabetismo afecta al 6.0 por ciento de los ecuatorianos, y cuando un 4.0 por ciento es aceptado para declararse libre de ese flagelo según la ONU, aún las mujeres indígenas en zonas rurales tienen un 25 por ciento de analfabetismo.

El próximo año habrá acciones dirigidas a estos grupos de personas, anunció Larrea tras explicar que el Atlas de las Desigualdades actualiza la capacidad de los ciudadanos de ejercer sus derechos enmarcados en cada una de las 24 provincias y municipios.

Refleja el Atlas algunos indicadores de accesos a la educación, salud, vivienda, empleo y trabajo y se cruzan con un análisis de género, relaciones étnicas, etarias y con las discapacidades.

Así se obtiene un índice propio, similar al de Desarrollo Humano, pero que mide la evolución de 20 años y los resultados se muestran en un mapa donde el color rojo indica alta desigualdad, el amarillo la atenúa y el verde indica el ejercicio pleno de los derechos.

El mapa del 2010 es casi todo verde, el del 2000 la mayoría amarillo y el de 1990 es rojo por la alta desigualdad, reveló Larrea al citar que una mujer en los años 90, por el mismo trabajo, ganaba 68 por ciento menos que un hombre y ahora esa brecha se redujo al 8.0 por ciento.

Fuente/PL