La titular de la gubernamental Secretaría de Gestión de Riesgos (SNGR), María del Pilar Cornejo, considera que la situación de emergencia por las intensas lluvias de las últimas semanas puede ser manejada por los diferentes ministerios.
Los gobiernos provinciales (prefecturas) y municipios pueden reformar su plan anual de inversión y dirigir los fondos para atender la emergencia, explicó la funcionaria.
Agregó que cuando la emergencia supera las capacidades de los gobiernos seccionales, el Estado central apoya con acciones, que se han venido desarrollando desde que se incrementaron las lluvias, a fines de enero, por las diferentes carteras de Estado competentes: Ministerio de Transporte y Obras Públicas, Secretaría Nacional del Agua, Ministerio de Inclusión Económica y Social y de la propia Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos.
Hasta el momento, la institución ha entregado 5.000 raciones de alimentos, 3.000 kits de higiene y 2.600 de limpieza se han entregado en las localidades de Salitre, Durán y Yaguachi (Guayas), Pangua (Cotopaxi) y zonas de la provincia de Santa Elena.
De acuerdo a un balance actualizado, se registra alrededor de 427 personas damnificadas, 65 heridos, 20 fallecidos; 166 viviendas destruidas y 2.823 personas evacuadas en albergues y casas de acogida.
Los fuertes aguaceros han afectado, sobretodo, a las provincias del litoral ecuatoriano: El Oro, Guayas, Los Ríos, Manabí, Esmeraldas y Santa Elena.
El pasado 20 de febrero, el Gobierno declaró la alerta amarilla en las provincias del litoral y poblaciones que se encuentran en las estribaciones de la cordillera occidental, afectadas por las lluvias: Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santa Elena, El Oro, Los Ríos, Santo Domingo, Galápagos, Cañar, Azuay, Chimborazo y Cotopaxi.
De acuerdo al artículo 389 de la Constitución de la República del Ecuador es obligación del Estado proteger a las personas y las colectividades frente a los efectos negativos de los desastres de origen natural o antrópico mediante la prevención ante el riesgo, la mitigación de desastres, la recuperación y mejoramiento de las condiciones sociales, económicas y ambientales, con el objetivo de minimizar la condición de vulnerabilidad.
Desde su creación (en octubre de 2008), la SNGR ha invertido más de 200 millones de dólares en obras de prevención, y ha trabajado con más de 30 municipios para asesorarlos en unidades de Gestión de Riesgos.