Los informes que han salido de Washington en las últimas 24 horas indican que el presidente Barack Obama ha resuelto no solo degradar las supuestas capacidades químicas de Siria sino también acabar con la fuerza aérea de Bashar al Assad, destruyendo sus bases aéreas y eliminando sus misiles balísticos tierra a tierra con el uso de bombarderos B-52 yB-2.
Algunos de los aviones volarán directo desde Estados Unidos; otros desde la base Al Udeid en Qatar. Bombarderos F-22 Raptor también están programados para participar en la ofensiva aérea de Estados Unidos, informa el portal web israelí Debka.
Obama decidió expandir el alcance de la operación de EE.UU. por el supuesto uso de Assad de armas químicas contra la población civil el 21 de agosto, cuando sus expertos le aconsejaron que estos golpes adicionales dramáticamente reducirían la ventaja militar del gobernante sirio sobre las fuerzas mercenarias «sin derrocarlo». Estos ataques aéreos, podrían además ser conducidos desde lejos sin que aviones estadounidenses tengan que ir dentro del rango de las baterías de defensa aérea siria.
En la infomación publicada también se asegura que mediante La operación estadounidense también atacará la 4ta división y la Guardia Republicana del ejército sirio, protectores de la presidencia de Assad y su gobierno al que acusan de utilizar armas químicas. Fuentes militares dicen que no pueden ser destruidas por ataque aéreo, sólo por las fuerzas terrestres que el presidente de EE.UU. ha descartado de antemano.
Este inventario ampliado de objetivos presagia una operación de mayor alcance que el primer plan de Obama, que fue diseñado sólo para advertir al gobernante sirio de su peligro por participar en una guerra química. Las extensiones de este plan irían mucho más allá de una advertencia disuasoria y degradaría seriamente sus capacidades militares y estratégicas.
El Secretario de Estado, John Kerry, y la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power enfatizaron en las últimas horas que EE. UU. se sintió plenamente justificado para seguir adelante contra el supuesto uso de Siria de armas químicas sin un mandato de las Naciones Unidas y, en efecto, ellos indicaron que el presidente consideraría dicha acción como «lo que hay que hacer», incluso si el Congreso de EE.UU. retira su apoyo.
Aunque videos publicados en You Tube, además de declaraciones de diferentes periodistas extranjeros en Siria como declaraciones de médicos, familiares de insurgentes y otros testigos confirman que fueron los mercenarios los que perpetraron los ataques químicos, el gobierno de EE UU. sigue adelante con su plan de atacar al país árabe.