El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio la orden de liberar 50 millones de dólares para una ayuda militar «de urgencia» a Francia y el Chad en el marco de la intervención gala en Malí.
«He determinado que existía una situación de urgencia imprevista que requiere una asistencia militar inmediata a Chad y a Francia en sus esfuerzos en curso para proteger a Malí de los terroristas y la violencia de extremistas», dijo Obama.
El ejército francés bombardeó el lunes diferentes puntos de la ciudad de Gao, la mayor urbe del norte de Malí, donde aumentan los contraataques y la resistencia de los islámicos, un mes después del inicio de la intervención militar de Francia en este país africano.
Gao ya había sido escenario el domingo de combates callejeros entre soldados malíes y «yihadistas». La urbe clave, a mil 200 kilómetros de Bamako, fue tomada el 26 de enero por las fuerzas galas y malíes de manos de los grupos islámicos.
Un grupo de rebeldes tomaron el norte de Malí después de volver de la invasión a Libia, con el fin de independizar esta porción del país. Una parte pertenece a la etnia tuareg, que intenta independizarse de Malí, y la otra a fundamentalistas islámicos.
El pasado 11 de enero, París comenzó una guerra en Malí, so pretexto de frenar el avance de hombres armados opositores al Gobierno que fue designado tras un golpe de Estado perpetrado en el año 2012. Estados Unidos brindó entonces apoyo logístico a las tropas galas.
El Gobierno francés alega que su lucha apunta al combate de estos grupos armados. Sin embargo, organizaciones internacionales y agencias de noticias afirman que la guerra francesa tiene como objetivo hacerse con los recursos naturales de este país, especialmente el uranio que abunda en su territorio.
Además, la zona cuenta con potencial petrolero, y distintos minerales como yeso, caolín, plomo, zinc, esquisito, bituminoso, lignito, sal de roca y diatomita. Los especialistas también estiman que esta región podría ser un ruta estratégica de transporte para exportaciones de petróleo y gas de la región africana del subsahara.
Se estima que este conflicto ha dejado un saldo de 380 mil refugiados y un total de 200 mil desplazados. Además, las cifras sostienen que en Malí hay tres millones de personas que están en riesgo de morir de hambre.