El jefe del Pentágono, Ashton Carter, afirmó este sábado que tiene la intención de contener a Rusia con la ayuda de medios políticos, militares y económicos porque cree que esa nación desafía el orden internacional.
Al respecto, señaló que EE.UU. está modernizando la totalidad de su arsenal nuclear, no sólo los submarinos, bombarderos y misiles en tierra que están armados con armas nucleares de largo alcance, sino también las propias ojivas.
Carter citado por AP dijo que están invirtiendo en las tecnologías que son “más relevantes ante las provocaciones de Rusia”, como sistemas no tripulados, un nuevo bombardero de largo alcance, y cañón de riel electromagnético. También indicó que trabajan en nuevos sistemas de guerra electrónica, y que según son tan sorprendentes que “no puedo describir aquí”.
¿QUIERE EE.UU. UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL?
Para el articulista Eric Zuesse del Global Research, el mandatario estadounidense, Barack Obama, quiere demostrar que no es un presidente débil, en relación con la ofensiva del Gobierno ruso en Siria para eliminar al Estado Islámico.
Zuesse sostiene que Washington planea una guerra contra Rusia, desde Siria, luego de que trasladó una docena de aviones a la base aérea de Incirlik, en Turquía. Explicó que los aviones F-15C están diseñados para combatir en el aire, y en este caso arremeten contra la ofensiva rusa en Damasco, capital de Siria.
Para el articulista, el titular de la Casa Blanca se toma demasiado en serio la situación con ese país europeo, por lo que pretende comenzar una Tercera Guerra Mundial, solo para demostrar que no es un presidente débil.
Hace unos días, la revista estadounidense Forbes colocó al mandatario ruso Vladimir Putin como un líder influyente y popular, liderando por tercer año consecutivo la lista de las personas más poderosas del mundo en la clasificación anual de esa publicación.
EN CONTEXTO
Desde el pasado 30 de septiembre, las Fuerzas Aeroespaciales rusas emprendieron una ofensiva con la que ya han eliminado mil 623 blancos terroristas del Estado Islámico. Contrario a las acciones estadounidenses, pese a que se encuentra en ese país árabe desde septiembre de 2014 sin el consentimiento del presidente Bashar Al-Assad.