Es necesario encarar abiertamente la discusión sobre la eficiencia en la producción para quebrar el modelo rentista petrolero y construir el socialismo.
Los voceros neoliberales y empresarios privados, unos desde las mesas de paz y otros torpedeando el diálogo, coinciden en señalar que el modelo del Gobierno “fracasó y que las empresas que tiene el Estado son ineficientes”.
Lamentablemente no hay una campaña sistemática y persistente en demostrar la eficiencia de muchas empresas del Estado.
Tampoco se subraya algo que es evidente, la total ineficiencia del modelo capitalista venezolano, que no es capaz de producir ciencia y tecnología, ni autoabastecerse de materias primas, depende en todo de las importaciones y para ello clama, ruge y se desespera por acceder a los dólares preferenciales. El principal negocio de los pseudo capitalistas locales es conseguir dólar barato y revenderlo caro. ¡Ejemplar la eficiencia del sector privado!
¿Por qué no difundimos más nuestros éxitos productivos? Deberíamos festejar cada mínimo logro, como quien celebra el nuevo diente de un bebé que está creciendo.
Si el capitalismo central es eficiente para producir y deficiente para distribuir, por ser desigual, el capitalismo venezolano no es bueno ni para producir ni para distribuir.
Entonces, ¿por qué los revolucionarios nos encontramos a la defensiva, cuando se habla de eficiencia? En gran parte porque todavía somos tributarios de la concepción capitalista de “eficiencia”. Debemos difundir y defender nuestro propio concepto de eficiencia. Eficiencia para satisfacer las necesidades del pueblo es el objetivo.
Lo explicaba muy bien el Comandante: «… la economía socialista está obligada con otras herramientas y en otro marco a ser eficiente, en todos los sentidos, no solo la eficiencia productiva mercantil de producir mercancías, ganancias monetarias. No, no me refiero a eso, eficiente en el modo de gestión, de creación de una nueva relación de trabajo entre los trabajadores de la propia empresa, de nuevas relaciones de vida, de trabajo y de producción con la comunidad donde está asentada la empresa, las luchas sociales, las luchas por la educación, la lucha por la salud, la lucha por la ecología, el respeto al equilibrio ecológico, la lucha contra la miseria…»